Regidores en el ayuntamiento de Guadalajara no quitan el dedo del renglón y piden dar marcha atrás a la instalación del carrusel monumental que se instala en el Centro de la ciudad. Señalan que por los múltiples incumplimientos de la empresa Architeinment SA de CV.
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El carrusel, que costará 26 millones de pesos, debió terminar de instalarse el pasado 30 de enero. Es su segundo plazo, porque originalmente debió estar el 1 de diciembre de 2022.
Aunque se dijo que debiera estar concluido para las festividades del Aniversario de Guadalajara la próxima semana, los constructores tienen el tiempo encima para concluir el proyecto.
El regidor Tonatiuh Bravo Padilla, integrante de la Comisión de Hacienda Pública y Patrimonio Municipal, señala que esta administración está a tiempo de corregir el error del carrusel, pues al no haberse entregado, ahora el ayuntamiento se encuentra en condiciones para valorar la aplicación del procedimiento de rescisión del contrato e incluso reclamar judicialmente los daños y perjuicios.
En la cláusula décima tercera del contrato entre el Ayuntamiento y la empresa Architainment S.A. de C.V., se establece como causal de rescisión el no iniciar o iniciar “inoportunamente” sus obligaciones contractuales, además de señalar que será la Dirección de Adquisiciones quien inicie el procedimiento de rescisión, situación que debió haber sido notificada al proveedor este miércoles 8 de febrero.
Además, de acuerdo con la cláusula decimocuarta del contrato, en el término de 10 días hábiles adicionales a la notificación al proveedor, se tendrá que resolver sobre la rescisión del contrato, notificando al proveedor, la Contraloría, Tesorería y Sindicatura Municipal.
“Debemos valorar la rescisión del contrato y reorientar ese presupuesto para asuntos prioritarios. Con el monto destinado al carrusel, se podrían comprar, por ejemplo, ocho mil 600 pulsos de vida para mujeres en situación de riesgo o incrementar la capacidad del Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia”, argumentó el regidor.
Bravo Padilla sostiene que rescindir el contrato del carrusel no solo sería una muestra de congruencia social, sino que también sería un mensaje claro y contundente de cero tolerancia a incumplimientos para las empresas.