Las autoridades de Jalisco confirmaron que los restos hallados dentro de bolsas de basura en la barraca de la colonia Mirador Escondido, en Zapopan, corresponden a los jóvenes desaparecidos que trabajaban en un call center.
“Las pruebas periciales realizadas por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) a las víctimas localizadas en la colonia Mirador Escondido confirman que corresponden a los jóvenes que laboraban en un centro de operaciones en Zapopan y que contaban con denuncia de desaparición”.
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La confirmación de los resultados se comunicó primero a las familias de las víctimas y se integró a la carpeta de investigación para esclarecer el caso, además de que el operativo de búsqueda en la zona aún continúa, las bolsas con los restos humanos se localizaron el pasado 31 de mayo, en esta labor participan más de 200 personas de diversas corporaciones.
El 1 de junio, la Fiscalía de Jalisco dio a conocer que el físico de los cuerpos localizado en varios tramos de la barranca correspondían con los jóvenes desaparecidos, pero no se podía confirmar hasta que no se hicieran las pruebas de ADN para descartar que correspondieran a otras personas desaparecidas.
“A las familias se les informó sobre los hallazgos en la colonia Mirador Escondido en Zapopan, respecto a indicios de personas fallecidas sin identificar, que en información preliminar coincidían con las características físicas de algunos de los jóvenes buscados”.
Asimismo, el colectivo “Por Amor a Ellxs”, integrado por familiares de personas desaparecidas, informó que el 3 de junio se localizo sin vida a Arturo Robles Corona, una de las ocho personas desaparecidas que trabajaban en el call center.
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De acuerdo con los avances de la investigación, la secretaria de Seguridad y Protección Federal (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, dijo que se investigaba si ese lugar se usaban para cometer fraudes inmobilarios y esto haya provocado alguna reacción de un grupo criminal, en concreto del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Algunas versiones destacaron que la desaparición fue una represalia por las investigaciones que lleva a cabo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en contra de ese grupo criminal, ya que las autoridades de ese país alertaron sobre estafas telefónicas para tiempos compartidos en Puerto Vallarta, información que se habría obtenido de sus centros de operación.