Garantizar el acceso al agua potable es uno de los mayores retos para las grandes ciudades, y en el caso de Guadalajara, el suministro depende en gran medida del Lago de Chapala. Sin embargo, la infraestructura que transporta el agua desde el lago hacia la ciudad lleva más de tres décadas en funcionamiento y ya presenta signos de desgaste.
Ante este escenario, el Gobierno de Jalisco, a través de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (SGIA) y la Comisión Estatal del Agua (CEA), presentó un ambicioso proyecto para construir un nuevo acueducto que sustituya el sistema actual de captación desde el Lago de Chapala hacia Guadalajara. Este reemplazo apunta a modernizar la infraestructura, reducir pérdidas de agua y asegurar un suministro estable para millones de personas en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).

Mejor eficiencia y refuerzo en la seguridad del agua
Ernesto Marroquín Álvarez, titular de la SGIA, compartió recientemente que el nuevo acueducto operará dentro de los 7.5 m³/s ya concesionados, sin incrementar la extracción del lago. El objetivo es consolidar ambos sistemas (el actual de conducción cerrada y el viejo canal abierto) en una sola línea eficiente y segura, enfocándose en la reducción de pérdidas por evaporación e infiltración.
Cabe mencionar que uno de los puntos clave de este nuevo proyecto es el reforzar la seguridad del agua transportada. El sistema abierto actual, que recorre el río Santiago y los canales de Atequiza y Las Pintas, está expuesto a contaminación y grandes pérdidas. El nuevo diseño permitirá un monitoreo más preciso, minimizar los riesgos y evitar la mezcla de contaminantes durante el trayecto .
Obra participativa y transparente
El proyecto se encuentra en proceso de licitación pública para su proyecto ejecutivo, con fecha límite de fallo el 23 de mayo, según la CEA. Además, las autoridades sostienen mesas de trabajo con universidades, colectivos de la ribera del lago, comunidades y organismos ambientales, para integrar visiones técnicas, académicas y sociales al diseño final.
Cabe señalar que la infraestructura actual, construida en los años ochenta e iniciada en 1991, cumple con el 60 % del abasto metropolitano, pero ya supera su vida útil.
Una falla en este sistema pondría en riesgo el suministro de agua en condiciones críticas, por ello, la SGIA asegura que el nuevo acueducto es una inversión estratégica y prioritaria para la continuidad del servicio.
Avances técnicos y sostenibilidad
Aunque con este proyecto se busca garantizar un flujo constante y de calidad, reducir el costo de bombeo durante la temporada seca y preparar una infraestructura capaz de resistir contingencias, este no ha estado exento de críticas.
Diversos colectivos ciudadanos, ambientalistas y comunidades ribereñas han expresado su preocupación por la falta de información clara, el impacto ambiental acumulado y el posible debilitamiento del ecosistema del lago.
Aunque el las autoridades afirman que no se extraerá más agua de la permitida, expertos y grupos sociales piden transparencia, participación y vigilancia para evitar daños al lago y asegurar que el proyecto sea realmente sostenible.
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