Hace 18 años abrió sus puertas el entonces Auditorio Metropolitano, que después cambiaría su nombre a Auditorio Telmex. Hoy, el inmueble de espectáculos, uno de los más importantes del Occidente del país, propiedad de la Universidad de Guadalajara, celebra su mayoría de edad con un balance lleno de recuerdos, anécdotas, obstáculos superados y nuevas estrategias para el futuro.
El director del recinto, Carlos Puga, reflexionó sobre esta trayectoria, recordando los momentos clave y proyectando lo que viene para un espacio que, a pesar de los cambios en la industria del entretenimiento, se mantiene más vigente que nunca.

Tu historia con el Auditorio Telmex tiene varias etapas. ¿Cómo es ahora esta relación?
— Te ha tocado ver circular diferentes personalidades a cargo de este lugar y sí, como bien lo dices, si uno le gana mucho cariño, mucho amor, aparte de los que nos dedicamos a la industria del espectáculo, que no me dejarás mentir que ya que estás dentro no lo puedes dejar, es un amor al arte. Y sí, pues ha sido muy lindo, me tocó estar en diferentes posiciones aquí en el Auditorio, hasta llegar ahora a la dirección. Y sí, pues estuve, he estado en tres diferentes etapas en el Auditorio y bueno, pues creo que la evolución y el cambio en todo ha sido impresionante en 18 años.
Y me refiero al cambio en todo desde el tema de cómo ha evolucionado la tecnología, cómo ha evolucionado, se ha transformado la música, las audiencias, promotores, todo. Pues bueno, creo que es algo muy diferente de la realidad de hoy a hace 18 años que surgió el Auditorio.
¿Qué significa que el inmueble llegue a estos 18 años?
— Aunque si bien a los 18 tienes la mayoría de edad en México y sigue siendo, dejando un poco la adolescencia, entrando a la vida adulta, creo que nosotros estamos entrando a una etapa de madurez, de adultez. Hoy en día, después de 18 años, creo que el inmueble se ha consolidado como, pues me atrevo a decir, el mejor inmueble de espectáculos que hay en Guadalajara. Hoy lo que nos toca es actualizarlo, modernizarlo y mantener. Pues evidentemente tomar riesgos no podemos nosotros, porque pertenecemos a la universidad, en el sentido que no podemos hacer la promotoría [...] A lo mejor tenemos que tomar algunos riesgos más adelante, de momento no lo tenemos contemplado, pero quizá en un futuro lo podamos hacer.
¿Cuál ha sido el mayor cambio tecnológico de cuando inició al día de hoy?
— Creo que el parteaguas no fue tan lejano, yo creo que fue la pandemia. [...] Pues ¿qué pasó? Que regresamos de la pandemia y no podíamos hacer filas para comprar boletos, ¿no? Entonces, ¿qué fue lo primero que pasó? Pues bueno, se erradicamos la venta de boletos en taquilla y se modernizó. Creo que hay uno o dos [puntos de venta] nada más porque ya el 80% del boletaje se compra online.
¿Cuál crees que es el espectáculo o el artista que marcó un antes y un después para el auditorio?
— Para nosotros un antes y un después fueron los MTV. Al menos para mí, saber la forma como trabajan, como operan. Al principio, cuando venían los artistas internacionales, nos veían como con el sombrero y el caballo. Decían, mira, México, ¿a poco existe un lugar con esas características? Y llegaban y decían, guau. Y eso nos ayudó también mucho a que muchos artistas quisieran estar aquí en Guadalajara.
Entre la diversidad musical y las críticas
Muchos critican que un inmueble universitario tenga regional mexicano o ciertos grupos norteños. ¿Cómo manejan esta apertura?
— Uno de los desafíos más recientes ha sido la legislación que prohíbe canciones con apología del delito. Hoy lo tenemos estipulado en los contratos. Los artistas firman compromisos para acatar las regulaciones. Es una realidad que debemos asumir, y muchos grupos ya lo hacen. Los Tucanes, por ejemplo, tienen repertorio suficiente para dar tres horas de show sin tocar un corrido. Pero desde la situación en la presentación de Los Alegres del Barranco, todo cambió.
Desde el día uno que llegó el primer artista regional nos criticaron porque nos decían que era un lugar para fomentar la cultura y bueno, el regional mexicano, ¿quién dice que no es cultura. A fin de cuentas eran las críticas por ser un inmueble que pertenece a la Universidad de Guadalajara. Creo que del día uno a los 18 años no hemos dejado de padecer eso. Es un mercado que cambió, ya hay diferentes conceptos, y nosotros estamos para generar un entretenimiento.
¿Cómo ves el futuro del Telmex?
— Estamos llegando a una madurez y vamos a convertirnos en el inmueble de casa de los tapatíos. Acabamos de cambiar el audio, que tenía 18 años. Ahora tenemos un Panther, que es el que usa Metallica en su gira. Entonces, pues estamos modernizándonos y actualizando las necesidades de los mercados.

Si Telmex fuera una persona...
“Yo creo que sería alguien muy feliz, alguien muy divertido, con una gran actitud de servicio y disposición y como muy humano, muy relajado. Siempre abriendo las puertas para que todo mundo quiera ser su amigo”, finalizó Carlos Puga.