La tarde del 22 de septiembre de 2025, un helicóptero de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desapareció de los radares durante una misión de inspección aérea en la Sierra Occidental de Jalisco.
La aeronave había despegado de Tepic, Nayarit, con destino a Talpa de Allende, Jalisco. A bordo viajaban el piloto Luis Alberto Ramírez García (45 años, originario de Nayarit) y el técnico electricista José Manuel López Herrera (38 años, de Jalisco).
El contacto se perdió cerca del Cerro del Jabalí, en el municipio de San Sebastián del Oeste. La zona es de difícil acceso debido a su compleja orografía, vegetación densa y caminos irregulares, lo que complicó las labores de búsqueda iniciales.
Durante la noche, un operativo mixto terrestre y aéreo fue lanzado con apoyo de rescatistas de Talpa, Puerto Vallarta y San Sebastián del Oeste, así como de la Guardia Nacional. Sin embargo, las fuertes lluvias y la niebla obligaron a suspender las labores.
A las 06:30 horas del 23 de septiembre, se reanudaron las búsquedas. Hacia las 14:00 horas, helicópteros localizaron los restos de la aeronave, completamente calcinada. Una hora después, se confirmó la muerte de ambos tripulantes. Los cuerpos fueron recuperados y trasladados al Semefo en Puerto Vallarta.
Zona de influencia del CJNG genera sospechas sobre posible ataque
El lugar del siniestro se ubica en una región controlada históricamente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que ha protagonizado ataques aéreos previos, como el derribo de un helicóptero militar en 2015. Aunque hasta el momento no hay evidencia oficial de un ataque, los rumores de un posible derribo circulan en redes sociales y medios locales.
Por ahora, la versión preliminar apunta a un “desplome” posiblemente causado por condiciones climáticas adversas o fallas técnicas. No obstante, si se confirma un ataque, podría escalar la tensión en una zona donde el CJNG mantiene enfrentamientos con células del Cártel de Sinaloa.