La tensión en la comunidad de Poncitlán por el festival RAVE que se organiza en la Isla de Mezcala continúa; recordemos que recientemente se comenzó a difundir este evento de tipo masivo que promueve música electrónica, campamentos y pirotecnia en la isla.
Aunque fue presentado en redes sociales como una fiesta privada y sin restricciones, la comunidad indígena coca y el Gobierno Municipal de Poncitlán ya dejaron clara su postura: las islas no están abandonadas, no son privadas y cualquier actividad está sujeta a normatividad federal.
A través de un pronunciamiento público, los habitantes de Mezcala exigieron respeto a su historia y a su territorio, mientras que la autoridad municipal reiteró que no tiene facultades para otorgar permisos y que el área se encuentra bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Es un sitio sagrado”, no son terrenos privados ni abandonados
El anuncio del evento “Island Rave Mezcala”, promovido por las empresas Omnia Experience y Techno Hours Sessions, generó preocupación inmediata entre los habitantes de la ribera. En la publicidad publicada por Omnia Experience se ofrece “la fiesta más exclusiva del año”, con DJs, zona de camping, transporte en lancha, bebidas e incluso pirotecnia.
Sin embargo, para la comunidad indígena coca la situación es mucho más delicada. En su pronunciamiento afirmaron que “Tlaltequepetquetl y Pechilique, ambas, islas y corazón del pueblo coca de Mezcala, Jalisco, no son privadas, ni están abandonadas”. De la misma manera, recordaron que se trata de un territorio reconocido desde 1997 como posesión comunitaria, donde actualmente viven más de 51 familias dedicadas a la pesca, el transporte lacustre, el cultivo y el turismo comunitario.
La comunidad también calificó como una falta de respeto que las empresas promotoras presenten una isla “privada y abandonada”, cuando, como expresan, “es un sitio sagrado, ya que ahí está el corazón de nuestro pueblo”.

Un territorio con memoria histórica
El documento emitido por los pobladores recupera fragmentos de la larga relación espiritual y política que su comunidad mantiene con estas islas. Señalan que desde tiempos ancestrales el territorio ha sostenido la vida y la organización tradicional de su pueblo. Además, recuerdan su papel clave en momentos históricos: desde el periodo colonial hasta la resistencia insurgente en el siglo XIX.
Narraron también que, desde 1997, el Estado mexicano reconoció la posesión comunal de las islas y de tres mil 600 hectáreas de tierra en la zona. Incluso mencionaron que en 2010 autoridades estatales intentaron privatizar la isla, sin éxito. La declaratoria de “Museo de sitio”, agregan, tampoco ha sido suficiente para impedir la entrada de empresas privadas.
Para ellos, ver paquetes de entrada que van desde 499 hasta cuatro mil 799 pesos es una muestra de cómo el territorio se intenta convertir en un negocio externo, sin el consentimiento de quienes lo habitan.
El Gobierno de Poncitlán se deslinda
Mientras la publicidad del evento seguía circulando en redes, el Ayuntamiento de Poncitlán emitió un comunicado oficial aclarando su postura. En el documento se precisa que el municipio “no está facultado para emitir permisos de ningún tipo para la realización de eventos privados en la Isla de Mezcala, debido a que este territorio es Zona Protegida bajo resguardo y regulación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”.
Además, la autoridad municipal recordó que cualquier intervención debe ser autorizada por instancias federales y por la comunidad indígena. Finalmente, reiteró su compromiso con la preservación del patrimonio cultural y con el respeto a la normatividad vigente.

Hasta ahora, no existe confirmación pública de solicitudes de permiso ante instancias federales ni estatales, por lo que la realización del evento continúa en duda.
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