La primera imprenta que hubo en México la estableció Giovanni Paoli —o Juan Pablos, castellanizado— en el centro de la Ciudad de México, pocos años después de la conquista. Se dice que el primer libro impreso en la Nueva España y en América fue la Escala espiritual para llegar al cielo de San Juan Clímaco, traducida del latín al español por fray Juan de Estrada de La Magdalena y hecho en la imprenta de Juan Pablos, entre 1536 y 1539.
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El tema, obviamente, era religioso, como los de casi todos los libros que se producían en la época, y describe 30 escalones por donde pueden subir los hombres a la cumbre de la perfección.
Lo curioso del caso es que no se conserva ningún ejemplar y muchas personas consideran que es una broma literaria y que, en realidad, el primer libro fue la Breve y más compendiosa doctrina cristiana, del que existen algunas páginas.
Cuenta el literato, historiador, lingüista y diplomático —entre otras cosas— José Luis Martínez, como anécdota, que, cuando era estudiante de secundaria en Guadalajara, escuchó de algún maestro de literatura que un señor de Iglesia había escrito que la Escala espiritual había sido el primer libro impreso en México, pero que no se conocía ningún ejemplar.
Así pues, los estudiantes, cuando les preguntaba qué habían comprado en una librería, decían en tono de broma: «Bueno, un ejemplar de la Escala espiritual y algún Lomo verde de los de Vasconcelos». Sin embargo, todo es posible y quizás aparezca algún día este libro, si es que existió.
Por Ignacio Gómez Gallegos