El diseño se convierte en uno de los principales elementos de cualquier producto, y es que –sencillamente– de la vista nace el amor. En este caso hablamos de profesionales de la materia que tienen a bien inspirarse en formas orgánicas para entregar un diseño que convenga a la vista de la mayoría.
Pero que no se pierda de la idea y valores de la marca en general. En la carrera periodística de este servidor, he tenido la oportunidad de entrevistar a múltiples diseñadores de renombre. Sean de relojes, autos, joyería. Y todos coinciden en que la máxima inspiración se encuentra en la naturaleza, pero es deber de cada uno entregar su visión personal a partir de conocer los elementos inamovibles de la marca que les solicita esta propuesta, en este caso Infiniti.
La poderosa elegancia del diseño
Se trata de una marca de vehículos premium, por lo que debe ser elegante, pero también emocional. Infiniti busca llegar al corazón y movilizar emociones. Es por ello que se ha hecho de uno de los principales talentos disponibles en la materia: Alfonso Albaisa.
«Cada uno de los modelos de la Marca cuenta con siluetas que expresan su poder interno. El diseño de un auto en perfecta armonía, desde la silueta hasta la postura, Infiniti controla el performance en cada movimiento y detalle. Se requiere de mucha pasión, creatividad y precisión para diseñar cada uno de los elementos que conforman los modelos de la Marca. Cuando se crea un Infiniti, los diseñadores aspiran a que las personas sean atraídas por el auto, su forma y color; crear el deseo en ellos de entrar al auto para vivir la experiencia de su interior y disfrutarla con todos sus sentidos».
Asimismo, para completar la experiencia de un diseño automotriz de talla internacional, no debemos perder de vista que el interior juega un papel fundamental. La selección de materiales y los trazos exteriores deben replicarse «adentro». Con ello se logra un efecto de comunión y congruencia que, si te enamora desde afuera, lo mismo despertará al momento en el que abordes el automóvil.
