El conducir en condiciones poco favorables no implica únicamente el consumo de alcohol o sustancias ilícitas. Múltiples medicamentos, como los antigripales, producen efectos que pueden ser un riesgo al volante.
Por esta razón, países como Reino Unido alertan a la población del riesgo de conducir bajo el uso de antihistamínicos, especialmente por el brote de la fiebre de heno y las alergias que se disparan por las altas temperaturas en esta temporada.

A pesar de que los antihistamínicos reducen los síntomas de las reacciones alérgicas, estos producen somnolencia, cansancio, visión borrosa y mareo como efectos secundarios en cualquier presentación, ya sea tabletas, jarabes, gotas o spray nasal.
Adicionalmente, hay numerosos medicamentos antigripales que producen efectos que deben considerarse. Por ejemplo, los descongestivos nasales suben la presión arterial y pueden interactuar con algunos medicamentos antidepresivos.
Por esta razón, las instrucciones de uso de diversos medicamentos analgésicos y antiinflamatorios alertan del riesgo de conducir bajo sus efectos.

Antidepresivos y ansiolíticos
Los antidepresivos también pueden ser potencialmente peligrosos. Pero, ¿por qué?
Debido a que las sustancias psicoactivas producen deterioro cognitivo y psicomotor, las instrucciones de uso incluyen la leyenda ‘debido a que cualquier droga psicoactiva puede afectar el juicio, el pensamiento o las habilidades motoras, los pacientes deben tener precaución cuando conduzcan o manejen maquinaria’.
Sin embargo, esto no significa que personas que ingieran estos medicamentos estén exentas de conducir. Tal como establece el estudio Driving on Antidepressants, Cruising for a Crash?, el riesgo potencial depende de una serie de factores.

Aspectos como la edad del paciente, el tipo de antidepresivo, la dosificación, la intensidad de los síntomas, el consumo de sedantes y la interacción con otros medicamentos deben ser considerados.
Por su parte, la FDA, agencia del gobierno de Estados Unidos responsable de la regulación de medicamentos, ha publicado alertas con respecto a cómo algunos medicamentos de venta libre pueden afectar el manejo, incluyendo los antidiarreicos y antieméticos.
En el caso de los ansiolíticos o tranquilizantes, estos producen relajamiento muscular, disminución del estado de alerta, debilidad muscular y dificultad para concentrarse.

También la guía El Impacto de Manejar Cuando Está Tomando Medicamentos destaca que la combinación de diferentes medicamentos puede causar problemas para algunas personas.
De esta manera, si estás en algún tratamiento médico, debes informarte con respecto a la interacción con otras sustancias incluyendo el alcohol.
Ahora ya lo sabes, si conduces y tomas medicamentos, consulta a tu médico y, ante todo, ¡no manejes si te sientes alterado o somnoliento!