Esta historia se repite una y otra vez. Cuando se les pregunta a muchas víctimas de un accidente qué recuerdan del evento, sólo pueden acceder a lo que pasó antes y después del incidente.
Mucho se ha inferido al respecto. Por ejemplo, algunos suponen que es un mecanismo de defensa de represión para no recordar.
No es así. Hay una razón científica de trasfondo: el cerebro desconecta algunas regiones, como la memoria, porque está en modo de supervivencia.

Finalmente, el cerebro se da cuenta de la amenaza antes que nuestra mente racional.
Por ello, hay reacciones que tenemos que ni siquiera sabemos cómo lo hicimos.
Por ejemplo, cómo logramos correr tan rápido, saltar una barda, ¡esquivar un golpe o cachar un objeto que se iba a caer!

¿Cómo funciona esto?
La mente y el cuerpo entran en un estado de alerta. En pocas palabras, lo que conocemos como estrés.
Sin embargo, a un nivel muy elevado, afecta procesos más complejos como los de la memoria.
Esto se debe especialmente a la alta segregación de adrenalina que permite reaccionar rápidamente y con la energía necesaria.

Cuando se está en un modo de supervivencia, no hay nada más importante que estar listo para responder a la situación.
En otras palabras, el cerebro se enfoca exclusivamente en lo que es necesario, bloqueando todo lo demás.
Sin embargo, tal como destaca Scientific American, algunas personas pueden sufrir flashbacks después del evento.

Por su parte, la Dra. Lauren Fogel, psicóloga de Allina Health, destacó para CBS que a este fenómeno se le puede conocer también como disociación.
Ella describe la disociación como una forma de respuesta de congelación. En otras palabras, un mecanismo al que el cuerpo entra sin pensarlo conscientemente.
Podemos estar tranquilos de que, en la mayoría de los casos, el cerebro se desconecta en estos momentos difíciles. ¿Te ha pasado?