Nuestro auto debe visitar el taller regularmente, ya sea por mantenimiento preventivo o correctivo.

El mantenimiento preventivo o “programado” se realiza antes de que ocurra alguna falla con la finalidad de evitar, reducir la posibilidad o minimizar la gravedad de una avería. También se conoce como mantenimiento “programado ya que se recomienda realizarlo cada determinado tiempo o cantidad de kilómetros.

El mantenimiento correctivo o “no programado” se realiza cuando se presenta alguna falla. También se conoce como mantenimiento “no programado”, ya que se realiza en cualquier momento que lo requiera el vehículo por el mal funcionamiento y desgaste de sus partes o sistemas.

Decidir la agencia o el taller

Todos los fabricantes cuentan con centros de servicio autorizado que encontramos a menudo en las agencias concesionarias. La ventaja de este tipo de taller es la atención de personal certificado y altamente especializado, así como el uso de piezas originales. Además le permite al propietario poder conservar la garantía del auto (en función de su vigencia), así como darle a su auto un valor adicional de reventa.

Pero no siempre podemos o queremos llevar nuestro auto a la agencia, así que la opción es un taller particular. Entre las ventajas de esta clase de servicio están: la gran oferta de ellos, es decir, que probablemente tenemos uno o varios talleres cerca de nuestros domicilios o centros de trabajo, así como el precio final, que en general es más bajo que en una agencia, debido a un costo de operación menor. El dicho “lo barato sale caro”, no necesariamente es cierto. Existe gente muy profesional realizando trabajos con la mejor atención, calidad y servicio, y aquí te decimos cómo salir mejor informado en la búsqueda de un taller.

¿Cómo elijo un taller?

1. Identifica tus necesidades

Lo primero que debes saber es que los talleres suelen especializarse en cierto tipo de servicio que se encuentra indicado en el nombre o descripción del lugar. Acude al taller correcto distinguiendo las necesidades de tu auto a través de las siguientes categorías:

-Mecánica en general.

-Eléctrico.

-Hojalatería y pintura.

-Vulcanizado.

-Vestiduras.

-Cristales.

-Mofles.

No están incluidas en la lista las refaccionarias ni las boutiques de accesorios, debido a que son consideradas tiendas y no talleres, a pesar de que algunas de ellas cuenten con técnicos instaladores.

2. Estudia tus opciones

Cuando elijo algo para comer siempre me guío por las recomendaciones, y en ocasiones la mejor recomendación es un restaurante siempre lleno. Ocupando la misma fórmula, considera que es muy probable que tus familiares, amigos o conocidos puedan darte referencias de un taller acorde a tus necesidades. También te puedes apoyar en tus recursos tecnológicos. Hoy en día existen infinidad de páginas en línea y aplicaciones donde puedes buscar recomendaciones y reseñas, donde la gente comparte experiencias positivas y negativas. Considera además todos esos talleres por los que has pasado y filtra aquellos donde has visto que siempre «tienen gente» o has visto excelentes trabajos.

3. Visítalo

Quizás ya hayas leído o escuchado sobre el lugar, o simplemente elegiste algún taller para conocer sus servicios e instalaciones. La apariencia no lo es todo, es cierto, pero te dice mucho sobre la formalidad de un lugar. Puedes comenzar por verificar:

-Si tiene techo o se encuentra abierto. Las inclemencias del tiempo, pueden entorpecer el trabajo.

-Si tiene piso firme o está en la tierra o el pasto. Nuevamente, las inclemencias del clima pueden representar un factor de riesgo en las reparaciones.

-La limpieza y el orden de un lugar te dice mucho sobre cómo trabajan. Detecta si es un riesgo.

-Verifica que cuente con áreas de trabajo delimitadas. Que el área de pintura no esté junto a los autos que tienen para afinación, por ejemplo. También es común que en pequeños negocios sin cochera reciban los autos en la calle. Toma esto en cuenta a la hora de decidir, ya que esto representa un riesgo para tu vehículo que va desde los efectos del clima y multas (recuerda que está prohibido hacer reparaciones en la vía pública) , al vandalismo o robo total o parcial.

-Por último, asegúrate de que el sitio cuenta con los espacios, herramientas, materiales y equipos necesarios para hacer la reparación, así como la calidad de los mismos.

4. Condiciones del servicio

Este paso es fundamental y es, muchas veces, el menos atendido. Considera estos puntos sobre las condiciones en el servicio.

-Atención al cliente

Busca un taller donde el trato sea cordial y profesional. Una preocupación habitual son los plazos que no se cumplen. Un taller bien organizado lleva una administración eficiente de sus recursos, por lo que estaría calculado el costo de las refacciones, mano de obra e incluso almacenamiento. No pongas tus recursos en manos de alguien que no sabe organizar los suyos.

-Diagnóstico

En algunos casos nosotros mismos podemos identificar las piezas o sistemas a atender, pero es recomendable dejar el diagnóstico en manos de los especialistas del taller. Este diagnóstico puede tener algún costo o ser gratis dependiendo de las políticas del lugar donde lo realices, por eso es mejor preguntar.

-Cotización

Insiste siempre en un taller que te entregue una cotización por escrito. Esto resume el trabajo que van a realizar en tu auto, el costo de la mano de obra, así como de las refacciones, en caso de ser necesarias. Sabemos por experiencia que a veces hay problemas complementarios al motivo de la visita al taller. Estos pueden estar asociados o ser independientes a la causa original, y en muchas ocasiones su diagnóstico ocurre después de la cotización. Por ello, es importante que el taller te mantenga informado en todo momento sobre el proceso, para que seas tú quien tome las decisiones sobre las reparaciones.

-Refacciones

Pregunta sobre el tipo de refacciones que utilizan. Algunos talleres se apegan a las marcas recomendadas por los fabricantes, otros utilizan productos “compatibles” que pueden ser de distinta calidad que el original. Ante la duda, procura hacer caso al fabricante. Busca que las piezas de reemplazo sean nuevas y que los componentes dañados te sean entregados. Desconfía de un taller que no es transparente sobre las refacciones reemplazadas y sustitutas.

-Factura

Exige que te entreguen nota o factura, ya que enlista conceptos y costos de la reparación, además es tu comprobante del trabajo contratado (y pagado) en caso de reclamaciones.

-Garantía

Nada ni nadie es perfecto. Tanto nosotros como los encargados del taller sabemos que el auto puede no haber quedado bien pese al talento y experiencia del responsable de la reparación. Conoce los términos de la garantía del servicio, asegúrate de que sean los términos que te convienen y no aceptes garantías de palabra a menos que les tengas confianza ciega.

El lugar elegido

5. Observa y califica

Si ya te decidiste por un taller y tu auto fue reparado, recuerda: Vivimos en la era de la información. La inteligencia colectiva se alimenta a través de la cooperación de todos. Tu experiencia es valiosa para los demás. No dudes en reseñar en uno o más sitios la calidad de las reparaciones. Sé atento a los detalles, esto distingue un buen lugar de uno extraordinario.

Toma en cuenta estos últimos puntos, que te darán la impresión final sobre el taller y definirán si te conviene regresar o descartarlo a la próxima vez.