A la hora de fabricar un vehículo, las armadoras buscan un sano equilibrio entre apariencia y funcionalidad. Sin embargo, hay quienes, por sentido de exclusividad e individualidad, instalan configuraciones únicas de estética y desempeño.
Ya sea que hayamos comprado originalmente un vehículo que se ajustaba a nuestros gustos, necesidades o posibilidades económicas, el tuning ofrece la alternativa de instalar en un auto, todo aquello que siempre soñamos.
El tuning incluye modificaciones de carrocería que van desde la adición o eliminación elementos de línea, hasta el uso de distintas marcas, materiales y acabados en los sistemas del vehículo.
La idea es diferenciar estos vehículos de un auto producido en serie. Sin embargo, este esfuerzo no es siempre bien recompensado. Hay que decirlo: no todas las ideas son buenas. Y no me refiero sólo al buen gusto, sino a los límites de la relación resistencia-desempeño.
Algunas de las modificaciones más comunes que pueden verse en los autos a los que se les ha hecho tuning, son:

Audio
Este término hace referencia a los sistemas de sonido y video. La intervención puede ir desde el cambio de carátulas, pantallas y bocinas, hasta la reconstrucción de todo el sistema.
Interiores
Es común reconfigurar el volante, pedales, palancas, botones y asientos. A esta práctica también se le conoce con el nombre de customizing.
Tren motriz
Hay quienes reemplazan piezas o sistemas completos en el motor y sistemas del tren motriz con la finalidad de mejorar la eficiencia del vehículo. Desde cables y bujías, hasta transmisión, sobrealimentación o reprogramación.
Suspensión
Los vehículos se pueden hacer más altos o achaparrados, para distintos propósitos. Incluso hay una categoría llamada LowRider que incorpora sistemas hidráulicos/neumáticos para modificar manualmente la altura de la suspensión.
Ruedas
Los rines o los neumáticos son otros elementos que suelen ser personalizados. Existen diferentes tipos que satisfacen toda clase de gustos y exigencias.
Toma en cuenta que es una práctica que puede provocar depreciación en tu vehículo, pues el mercado, en general, aprecia más un auto sin modificaciones.