La gente tiene toda clase de gustos, preferencias y prácticas sexuales, algunas mucho más inusuales que otras. Hay gente que desarrolla atracción por ciertos colores, aromas o texturas. Algunos se sienten atraídos por situaciones de riesgo o sumisión. Otros más experimentan deseo por objetos inanimados. Y, bueno… la lista continúa.
Existe un dicho que asegura que “en gustos se rompen géneros”. Esta frase cargada de sabiduría popular, funciona perfecto para la gente con mecafilia.
Conozco mucha gente que ama los autos. Verdaderos apasionados, dirían algunos. Pero esta es una situación completamente distinta. La gente con mecafilia, también conocida como mecanofilia, siente genuina atracción sexual por las máquinas, entre ellas, los automóviles.
Existen numerosos casos documentados de gente que ha sido descubierta teniendo relaciones sexuales con automóviles propios y ajenos. Leíste bien, no se trata de un caso donde te atrapan echando pasión EN en vehículo, sino CON el vehículo.
Entre los mayores atractivos que se buscan en este tipo de prácticas, es el tamaño, forma, color, estado de conservación, costo y rareza del vehículo, así como la clandestinidad del acto.
Los más… ¿románticos?, han declarado que sus acciones son más que sólo sexo. Se asegura que llegan a sentir una conexión íntima con algunos modelos, que ellos llamarían amor.
Leyes contra la mecafilia
Se cree que existen alrededor de 500 personas en el mundo con esta preferencia. A pesar del bajo porcentaje que representa esta actividad, respecto a otras desviaciones sexuales, algunas regiones ya cuentan con un marco legal que prohibe este tipo de prácticas, que, si bien no perjudican al auto en sí, pueden resultar escandalosas y molestas para la sociedad.
En México, no pudimos encontrar ninguna referencia de este acto en la ley. A pesar de ello, la La Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal en el artículo 23 fracción I, señala que: “Son infracciones contra la dignidad de las personas vejar o maltratar física o verbalmente a cualquier persona”. Otra palabra para «vejar» es molestar. De tal suerte que si alguien se siente molestado por este acto, podría solicitar la intervención de la autoridad para presentar una denuncia.
Otras parafilias conocidas relacionadas con el automóvil son:
Amomaxia: La excitación se consigue al tener relaciones sexuales dentro de un automóvil estacionado.
Dogging: Excitación sexual al ser observados practicando sexo al aire libre o en el coche.
