Hay muchas razones por la que una familia decide tener únicamente un auto. Por ejemplo, todo lo que se puede derivar por motivos económicos: deudas, ahorro, viajes, ingresos, etc.
Es entendible, puesto que comprar y mantener tan sólo un auto ya puede ser bastante costoso. Sin embargo, esto tiene un lado amable, y uno un tanto complicado.
El lado amable
Ahorro de dinero
No es lo mismo pagar dos seguros, dos tenencias, dos verificaciones, dos servicios de mantenimiento, llantas y gasolina, que pagar sólo uno.
¿Qué pasa cuando dos personas requieren del auto simultáneamente? Sugerimos que contemplen un servicio de Uber (especialmente si la hora o el lugar es difícil accesar en transporte público o manejando).
Aunque vas a tener que invertir en él ocasionalmente, no se compara con la inversión de tener dos autos.
Cuidas más el auto
Cuando una familia tiene sólo un auto, todos tienen (o deberían tener) más consciencia del cuidado del auto.
Por ejemplo, a nadie le conviene que el auto se descomponga. Entonces sí, ¡todos se quedan sin auto!
Al final, puede ser un incentivo para que todos sean más precavidos en su manejo.
Auto compartido y menor uso del auto
Los miembros de la familia que no cuenten con él en algún momento dado lo tienen que resolver caminando o por otros medios.
Esto es bueno cuando las distancias son cortas. Por ejemplo, cuando puedes ir a la tienda caminando o usar el transporte público y no pasa nada.
A su vez, te haces más consciente y responsable de lo que hay que comprar en el súper o en el mercado.
De lo contrario, si se te olvida y no tienes auto, perderás mucho tiempo ir y venir por una sola cosa.
Convivencia
Está de más esta parte. Los trayectos en el coche pueden ser bastante largos. Es un gran momento el estar acompañado y platicar lo que se tenga que platicar.
De lo contrario, pasa a menudo que llegas cansado a casa de estar en el tráfico, no has visto a tu pareja, a tus hermanos o a tus hijos y no tienes energía para preguntarles cómo están.
Organización
Como familia, te ayuda a aprender a compartir, organizarte y solucionar problemas.
Es un ejercicio que, aunque parece en momentos muy difícil, es parte del saber ceder y dialogar.
El lado desagradable
Mantenimiento
El hecho de que toda la actividad se le cargue a un auto, esto requiere mucha responsabilidad para que el auto se mantenga en mejores condiciones.
Además, es probable que el auto cargue con más peso, si es que casi siempre viaja lleno.
Esto se refleja en un mayor desgaste del auto. Y bueno, también hay menos espacio de carga.
Hábitos de manejo de los demás
Esto puede ser una pelea. Si más de uno lo maneja, nunca falta el que es más brusco, acelera y frena. Esto afecta al que sí lo cuida.
Si algo le pasa al coche por culpa de uno, todos pagan. Ni hablar si hay un accidente.
Menos libertad y más tiempo en el coche
El problema de no disponer del carro cuando deseas, es que quizá surja un plan o un cambio de última hora y estés atado de manos.
Además, si tienes que «llevar o recoger a tal persona», esto te resta tiempo para hacer otras cosas.
Kilometraje
Si es que tienen plan de venderlo en algún momento, seguramente el kilometraje será elevado, considerando el uso que le dan todos los miembros de la familia.
¿Justicia?
Puede ser que en momentos la familia no sepa organizarse de manera justa y equitativa. Esto puede conducir a peleas internas.
¿Has vivido en esta situación? Compártenos tu experiencia.
