La llanta de refacción, como su nombre lo indica, es de refacción. Esto quiere decir que solo debe usarse en casos de emergencia. Sin embargo, hemos visto que muchos conductores la usan como si fuera el neumático original, sin pensar que su vida corre peligro.
Por lo general, la llanta de refacción es más pequeña y tienen menor duración, por lo que es importante saber que su función es exclusiva de una emergencia. Una vez que llegues a un lugar seguro, es necesario que compres un neumático original y regreses la llanta de refacción a su lugar.
Consecuencias de conducir con una llanta de refacción
Menor estabilidad
Si conduces con una llanta de refacción, inmediatamente notarás que la estabilidad no es la misma. Esto sucede debido a que el neumático de refacción es más pequeño.
Probabilidades de que se ponche más rápido
Al ser una llanta de refacción, que te puede ayudar en una emergencia, considera que es un elemento no apto para una conducción de más de 80 km/h. Por esta razón se podría ponchar más rápido y si no hay otro neumático en la cajuela en buen estado, no podrás salir de esta problemática.

Explosión a mitad del camino
Una llanta de repuesto no está apta para ir velocidades altas. La presión y el tamaño están diseñados para una emergencia. ¡No te arriesgues! Estos neumáticos pueden explotar y ocasionar graves accidentes.
En un accidente, tú tendrás la culpa por conducir con llanta de refacción
Conducir con una llanta de repuesto por más de 80km/h es una imprudencia y falta de responsabilidad por parte del conductor. Si alguien choca con tu auto, y notan que traes neumático refacción, el seguro podría dejarte solo.
Te puede interesar: Señales que te indican cuándo y cómo encerar el auto