Si amas los autos, te encantarán las obras de arte de Michael Irvine

El mundo de los autos literal, es un mundo. Entre todas las disciplinas que convergen, encontramos la música y diferentes expresiones de arte. Una de ellas son las obras visuales, pinturas y dibujos de grandes artistas como Michael Irvine.

De primera impresión, las obras de Irvine son una exquisita explosión de color. La perspectiva desde la cual captura los automóviles está envuelta en vitalidad, emoción, surrealismo y ensueño.

Ensueño porque uno puede imaginarse conduciendo en un cálido día por las autopistas de California, con todos los símbolos clásicos que estos sugieren a la imaginación.

¿Por qué nos remite a Estados Unidos? Porque es parte esencial y fuente de inspiración de su obra.

Nada más y nada menos, Irvine es uno de los artistas automotrices más importantes de Norteamérica.

Lo que destaca de su obra es su atención al detalle, al color, a su imaginario altamente creativo y poderoso.

Este artista no discrimina: captura automóviles antiguos, modernos o deportivos, donde el factor en común son las historias que sus imágenes evocan.

En cuanto a su técnica, ésta abarca desde dibujo y pintura a mano, hasta pintura y acuarela de alto impacto.

En palabras del artista:

«Quiero atraer al espectador a la historia y llevarlos en un viaje de descubrimiento, mientras exploran uno de mis cuadros».

El amor se llama Ford Mustang

Indudablemente, el Ford Mustang es una profunda fuente de inspiración para muchos. Incluso, es el dream car para una extensa mayoría de los petrolheads.

Irvine no es la excepción.

«Mi primer auto fue un Mustang, así como mi segundo, tercero y cuarto. Me gusta mucho su aspecto agresivo, rápido, con líneas limpias y acentos de cromo».

Entre su colección, también se encuentra un Camaro 1973 y un Firebird ’71. Sin embargo, también le gustaría incluir en su obra un Camaro 1969, ’69 Mach 1, 2008 Bullitt Mustang, ’68 Charger, ’70 Challenger y el nuevo Dodge Challenger.

Vivir del arte automotriz

El artista tiene la suerte de pocos, pero deseada por muchos: vivir de su pasión. Él mismo ha confesado que centrarse en su arte automotriz a tiempo completo le ha dado la libertad de disfrutar de su familia, así como del hobby de los coches de colección.

En los tiempos libres, busca fuentes de inspiración en exhibiciones de autos y otros eventos automotrices.

Y, por supuesto, como la mayoría de los amantes de los autos, le apasiona manejar su Mustang GTA convertible de 1971 color oro lima y su Firebird Formula de 1971.

¿Te gusta? A nosotros nos encanta.

Puedes encontrar sus obras en sus redes sociales o en su sitio web.

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