La dirección de los automóviles permite transformar el movimiento circular del volante (cuando lo giras), en un movimiento lineal que empuja y jala las llantas (gracias a la barra de dirección) para dirigir al auto.
Estos sistemas han evolucionado con el tiempo, desde ser completamente mecánicos, hasta los que conocemos hoy en día. Actualmente, la mayoría de los vehículos cuentan con un sistema hidráulico de dirección, que permite al conductor girar el volante sin hacer un gran esfuerzo.
Gracias al líquido de la dirección, los componentes se lubrican, reduciendo la fricción, y se humectan los sellos, impidiendo el paso de tierra u otros agente contaminantes. Además, su formulación aporta alta estabilidad térmica y gran resistencia contra la oxidación bajo cualquier condición de operación.
¿Cuál usar?
El tipo de líquido de la dirección hidráulica que está especificado para cada vehículo, viene indicado en el manual. Este puede variar enormemente dependiendo de la marca, modelo o año.
Mientras que algunos utilizan aceites, otros necesitan productos sintéticos para funcionar a temperaturas más demandantes. Debemos estar seguros el tipo de producto compatible para la dirección de nuestro auto y evitar mezclar formulaciones distintas.
¿Cómo detecto problemas con este fluido?
Si notas que la dirección es más dura de lo normal, hace ruidos al girar o presenta dificultad para volver a su posición original, entonces es momento de ajustar los niveles del auto, de lo contrario, tanto la bomba como la cremallera o el piñón pueden dañarse.
Es importante que el líquido esté en buen estado y que se añada cuando sea necesario. La revisión debe hacerse cada que el vehículo ingresa a servicio. El reeemplazo total se dará generalmente cada dos años.
¿Cómo agregarlo?
Vierte el fluido directamente en el depósito correcto sin exceder la marca del máximo nivel. Una vez añadido, gira el volante hacia ambos lados para evacuar el aire. Verifica nuevamente que el nivel sea el correcto.
