La transmisión es un elaborado sistema que se encarga de conducir la potencia desde el cigüeñal hasta las ruedas motrices.
Las hay de diferentes tipos y configuraciones, en función de la posición del motor (delantero, central o trasero; longitudinal o transversal), la ubicación de la tracción (delantera, trasera o integral) y la tecnología implementada (manual, automática, robotizada, CVT, o caja reductora -en el caso de los eléctricos-), así como sus variantes (secuencial o tiptronic, y doble embrague).
Actualmente, sus componentes ofrecen lubricación, sellado, estabilidad térmica, previenen la oxidación y el desgaste.
Caja reductora

Aún es común escuchar que los vehículos eléctricos no funcionan con una transmisión, pero esto no es necesariamente cierto. Sí hay algunos que funcionan con transmisión, pero a pesar de que existen desarrollos para realizar conversiones de vehículos de combustión a eléctrico, o algunos modelos con tecnología eléctrica que incorpora transmisiones, no es algo nada común en la industria.
También existen tecnologías que incorporan el motor directamente a la ruedas de tracción, con lo que no es necesario usar un diferencial, aunque estos sistemas tampoco son comunes en los vehículos eléctricos de producción.
De manera generalizada, los vehículos eléctricos funcionan con baterías recargables que almacenan la electricidad y la transmiten hasta un motor eléctrico que mueve las ruedas, generalmente a través de una caja reductora con diferencial.
Esto simplifica considerablemente la transmisión en autos eléctricos, gracias a un rango de giro muy amplio y alto par (puede multiplicar más de 12 mil veces su velocidad mínima útil, manteniendo el par durante todo el rango de revoluciones).
Por ello se suele decir que sólo tiene una velocidad (equivalente a la quinta de los térmicos). Además, no necesita embrague ni mecanismo de marcha atrás (se consigue mediante un inversor de corriente). Cuentan con una palanca o selector para funciones de aparcar, marcha o reversa, y podrían incluir ciertos modos de manejo.
Fluidos para la caja reductora

Los fluidos para un vehículo eléctrico deben tener propiedades dieléctricas, aislantes, estabilidad térmica, prevenir la corrosión y proteger los recubrimientos de polímeros.
Existen diferentes productos para los reductores. Por ejemplo, es necesario lubricar los sistemas de piñones que desmultiplican las revoluciones del motor respecto a las de las ruedas (reductoras) y, salvo en aquellos casos en los que se monta un motor en cada rueda, también tienen grupos diferenciales que van lubricados con aceite, homocinéticas con grasa, etc. De modo que es muy necesario revisar su lubricación y el estado de sus sellos de hermeticidad.
Se recomienda que su revisión y sustitución lo realice personal altamente capacitado, no sólo porque podrías perder la garantía al romper los sellos, sino por el alto riesgo de descarga eléctrica en caso de realizar inadecuadamente el servicio.