Por si no lo sabías, entre mayor altitud, mayor pérdida de potencia en un vehículo con motor aspirado.
A medida que va subiendo, la altitud ejerce una gran presión en el motor, debido a la reducción de oxígeno, lo que significa que hay menos aire para alimentar el motor.
¿De cuánto estamos hablando? Alrededor del 3% por cada 300 metros de altitud, o dicho de otra forma, 1% por cada 100 metros.

De esta manera, puedes perder hasta el 20% en zonas con una altitud considerable.
A su vez, esto también tiene un impacto directo con el octanaje del combustible. Entre mayor altitud, menos octanaje.
Sin embargo, si conduces todo el tiempo en zonas con mayor altitud no hay problema, pero si bajas al nivel del mar, es necesario vaciar el sistema.

¿Qué pasa con los motores turboalimentados?
No hay problema debido a que el turbo ejerce la presión del aire en el motor como si condujeras en una zona de baja altitud.
Sin embargo, tal como establece Lemans.org, el turbo tiene que trabajar mucho más para compensar la falta de aire y mantener la presión.
Por esta razón, los pilotos de competencias como Pikes Peak tienen un suministro de oxígeno a bordo.
¡Finalmente, tanto los autos como ellos luchan contra la falta de oxígeno!

También los neumáticos se afectan
Si creías que los motores son los únicos afectados en alturas elevadas, lamentamos informarte que también la presión de los neumáticos disminuirá.
Al igual que en climas fríos, los neumáticos con menor presión provocan mayor consumo de combustible, desgaste de la banda de rodadura y problemas mecánicos en caso de que la presión sea muy reducida.
Ahora ya lo sabes, si vas a viajar a lugares con mayor altitud, recuerda que no sólo tu vehículo perderá potencia, sino que los neumáticos perderán presión.
De esta manera, recuerda ajustar y revisar tu vehículo antes y después del viaje.