Contestar directamente a la pregunta sobre la mejor forma de inflar la llanta, no es tan sencillo, ya que es necesario hablar de las ventajas y desventajas del aire y el nitrógeno (N2).
Empezaremos resaltando el hecho de que los neumáticos son el único punto de contacto del vehículo con la superficie de rodamiento. Esto significa que es de suma importancia mantener en buenas condiciones las llantas, para poder circular de manera eficiente y segura.

Uso del nitrógeno
El nitrógeno no es tan común en los neumáticos de los autos particulares, sin embargo, sabemos sobre la preferencia por usarlo en el inflado a nivel industrial, en la aeronáutica, el transporte de carga o pasajeros, e incluso en las competencias de motociclismo y automovilismo deportivo.
La alta exigencia en seguridad y desempeño de cada uno de estos sectores, son un voto de confianza en el uso del nitrógeno. Entonces, ¿por qué no es la opción número 1 para inflar cualquier neumático?

Acabar con los mitos
Una de las principales razones por las que la mayoría de la gente prefiere el aire, es por temor a lo nuevo y lo desconocido. La falta de información acerca del nitrógeno acarrea preocupaciones y alimenta mitos. Entre los más recurrentes, enlistamos 4 que vale la pena aclarar:
- El nitrógeno no es explosivo o inflamable en caso de ponchaduras.
- No produce daños al medio ambiente.
- No es exclusivo para neumáticos nuevos.
- Puede ser reemplazado o combinado con aire.
Una vez dicho esto, diremos que el nitrógeno ofrece 5 claras ventajas frente al inflado por aire:
- El aire tiene moléculas más pequeñas en su composición. Esto permite que el aire escape de las llantas entre 3 y 4 veces más rápido, que en el caso del nitrógeno.
- La humedad presente en el aire, provoca que el contenido se expanda o se contraiga frente a los cambios de temperatura, a diferencia del comportamiento estable del nitrógeno.
- Se elimina la oxidación interna provocada por el aire (en los polímeros y metales), ya que el nitrógeno no está combinado con oxígeno (O2).
- La presión estable y la ausencia de oxidación del nitrógeno, permiten un mejor desempeño del neumático, alargando su vida útil hasta en un 25%.
- El nitrógeno ayuda a reducir el calor en los neumáticos, con lo que se reduce la resistencia al rodamiento, propiciando un desgaste homogéneo, ahorro de combustible, y reducción de emisiones contaminantes.

Inflar los neumáticos
Por último, pero no menos importante, hay que señalar una desventaja acerca del nitrógeno: el surtido. En cualquier taller, vulcanizadora o gasolinería es posible tener a nuestro alcance un poco de aire para inflar los neumáticos del auto. Esto es particularmente útil frente a una emergencia o cuando no has tenido el tiempo o la previsión de acudir a un despachador de nitrógeno (que no hay por montón).
Además, puedes solicitar que te pongan un poco de aire fácilmente por una módica propina, mientras que el inflado con nitrógeno, requiere que el neumático se vacíe por completo y se rellene con este gas, con un costo aproximado de $50 pesos por llanta.
Como dijimos, es posible que un neumático inflado con nitrógeno sea rellenado con aire en caso de ser necesario, sin embargo, al combinar el nitrógeno con aire, perdería todas las ventajas a las que nos hemos referido con anterioridad.
Sin importar tu elección, verifica periódicamente el desgaste de los neumático y su presión de inflado, incluyendo la llanta de refacción.