En países como el nuestro, el dar nuestro auto a lavar en la calle, como a lavacoches y franeleros, es muy común.
Finalmente, nos ayudan a mantener nuestro auto en buen estado y con una óptima apariencia, mientras que ellos se benefician del ingreso.
Sin embargo, si no queremos sorpresas desagradables a largo plazo, o si queremos que nuestro vehículo se conserve como nuevo, es necesario fijarnos en algunos detalles antes de dárselos a lavar.
De lo contrario, más que un beneficio, podrían estar rayando tu auto sin que te percates e incluso esparciendo la suciedad y las bacterias.
El trapo, ¿está limpio?
Generalmente, estas personas se apoyan con franelas. Si bien lo recomendable es el uso de microfibra (porque encapsula la mugre y la tierra en lugar de embarrarla), por lo menos debes supervisar que el trapo esté limpio.
Si el trapo no está correctamente limpio, las partículas de tierra son pequeñas piedras que rayarán tu pintura.
¿Usa el mismo trapo para los interiores?
Si pides que lo limpien por adentro, es indispensable que se utilice otro trapo. En estos casos, te recomendamos que tú le ofrezcas uno para el interior.
Si la finalidad de la lavada es el higiene, la suciedad del exterior podría estar ingresando a la cabina.
Aparte, debemos tener en mente que si bien puede parecer limpio, esto no implica que el habitáculo se ha desinfectado.
En este caso, es necesario destinarle un tiempo periódicamente para limpiarlo a conciencia con los productos adecuados.
En ocasiones, he podido percatarme cómo el trapo que usan en los interiores es el mismo con el que piden que limpies tus zapatos. Después, limpian otro vehículo sin el adecuado lavado.
Shampoo y jabón
Quizá no te puedes poner muy exigente con el tipo de jabón y shampoo para auto que utilizan.
Pero, lo que sí puedes hacer, es solicitarles que lo laven únicamente con agua cuando tu auto acaba de recibir un mantenimiento con cera y detallado.
Es indispensable que lo solicites, de lo contrario la cera durará mucho menos de lo que imaginas.
Si bien la lista puede seguir y seguir, por lo menos con esto garantizas que ¡de los males, el menos!
