¿Nunca has cambiado una llanta y no sabes por dónde empezar? Te lo explicamos brevemente para que sepas en qué consiste.
Primeramente, elige un terreno plano y sin desniveles, y cerciórate que las llantas estén rectas, es decir, viendo hacia el frente. Si estás a un costado del camino, enciende las luces intermitentes y coloca un triángulo de emergencia.
Si la transmisión es automática, pon Parking y si es manual, mete primera o reversa. En ambos casos, recuerda poner el freno de mano. Una recomendación común, es poner un objeto pesado delante y detrás de la llanta contraria a la que vas a cambiar.
Posteriormente, abre la cajuela y para extraer la nueva llanta, desatorníllala. Tenla a la mano. Ahora es momento de iniciar el cambio de rueda.
Inicia quitando las tapas de los birlos de la llanta vieja. Dependiendo del auto, podrías requerir una herramienta especial, o también pueden salir usando el extremo plano de la llave de tuercas.
Después, pon el birlo de seguridad en el birlo que es diferente. Para aflojar los birlos, recuerda hacerlo en sentido contrario de las manecillas del reloj. Puedes apoyarte con tu pie y poner todo tu peso corporal si es necesario. Recuerda no quitarlas por completo.
Toma el gato y lee las instrucciones que vienen en él para identificar el lugar indicado donde se debe colocar el gato en el marco de tu auto. Presta atención si hay flechas o algún otro indicador en el auto. De preferencia, verifícalo en el manual del propietario.
Levanta el gato hasta que la parte designada haga contacto con el vehículo. Ahora sí, levanta el vehículo haciendo uso del gato, el cual, según el modelo, puede requerir de la ayuda de una palanca que permite girar el gato.
Deja un espacio de aproximadamente 15 cm con el suelo. A continuación, retira los birlos por completo. Si no puedes quitar la llanta con facilidad, puedes dar unos golpes para facilitarlo.
Pon la llanta a un lado y cerciórate que no haya nada por debajo del vehículo, incluyendo alguna parte de tu cuerpo. Coloca la llanta de repuesto alineando los agujeros con el eje de rodamiento y coloca las tuercas apretándolas con la mano. Una recomendación es que, tras colocar el primer birlo, prosigas con el que está en su extremo opuesto.
¡Ya casi listo!
Finalmente, desciende el vehículo haciendo uso del gato y aprieta nuevamente los birlos, pero ahora haciendo uso de la palanca. Ahora gira en el sentido de las manecillas del reloj.
Por último, guarda todo en su lugar designado y acude a revisar la presión de la llanta de repuesto.
Qué dices, ¿difícil o sencillo?