¿El mejor momento para comprar un auto nuevo? Fin de año, te decimos por qué

¿Te has dado cuenta que hay automotrices que lanzan promociones y aumentan incentivos hacia finales de año? Esto es un ganar-ganar: para los consumidores, es la época más favorable para comprar un auto nuevo, mientras que los fabricantes pueden darle un impulso a sus ventas.

No por nada, noviembre, diciembre y enero son meses donde suben las ventas de los autos a nivel mundial.

Si a esto le sumamos que vienen los aguinaldos y otras prestaciones, la gente tiende a disponer de mayores recursos para invertir.

¿Es un buen momento?

El miedo de muchos, y quizá el tuyo también, es embarcarte en una compra que a mediano o largo plazo sea difícil de sobrellevar por distintos factores, como el mercado, la gasolina, el dólar, los intereses o la incertidumbre política.

Sin embargo, aunque no lo creas, siempre habrán situaciones exteriores que estén fuera de tu control y si esperas a que existan las condiciones adecuadas, podrías postergar una decisión que ya necesitas.

Para determinarlo, toma en consideración tu presupuesto, los gastos, las distancias que recorres, el uso que le das a tu auto actualmente y la antigüedad de tu auto actual.

Pon en orden tus finanzas

Analiza tus gastos de la siguiente manera:

Registra cuánto te está costando tu coche al mes y al semestre. Toma en cuenta los gastos base, como la gasolina, el servicio, el seguro del auto, verificación, tenencia, reparaciones, mantenimiento y refacciones.

También, registra los gastos secundarios que realizas cotidianamente, como estacionamientos, propinas, franeleros, autolavados, casetas, segundo piso, etc.

Si el coche te está costando el 30% o incluso el 40% de tu salario, los costos son muy elevados. No debe superar el 22%.

En caso de no tener auto, calcula cuánto inviertes en transporte al mes. Toma en cuenta desde los boletos del metro, hasta los servicios de taxi.

A su vez, registra todos los nuevos gastos que tendrás una vez adquiriendo un nuevo auto y calcula qué porcentaje de tu salario representa.

Valor de tu auto actual

¿Tu auto tiene más de cinco años de antigüedad? ¿Tiene más de 100 mil kilómetros recorridos? ¿Tiene fallas importantes? ¿Está golpeado o visualmente deteriorado? ¿Circula todos los días?

Investiga el valor de reventa de tu coche actual para saber cuánto obtendrás por él.

Ahorro de combustible, refacciones y mantenimiento

Un aspecto importante que debes proponerte es que tu nuevo auto ahorre más combustible. No olvides comparar su rendimiento con el de tu auto actual.

Es aquí donde debes pensar objetivamente qué uso le darás a tu auto. No es lo mismo manejarlo en una ciudad con tráfico, que salir continuamente a carretera.

Pregunta por los beneficios e incentivos fiscales de autos con motorizaciones híbridas y eléctricas. A su vez, contempla el ahorro en inversión de gasolina que estos representan.

Recuerda que un coche nuevo también significa costos más elevados de mantenimiento, servicio y refacciones. Investiga y pregunta.

Idealmente, un auto nuevo debería implicar menos gastos de mantenimiento. Sin embargo, si los requiere, estos serán más elevados.

El costo del seguro también se elevará, al igual que muchas refacciones y autopartes que actualmente tienen más tecnología.

Un ejemplo de ello es una llave inteligente. Si la pierdes o quieres duplicado, te costará bastante por la programación de la computadora de tu auto.

Método de pago

Si contemplas pagar con crédito, suma el total: comisión por apertura, enganche, a cuánto es la tasa y si es tasa fija o variable dependiendo el plazo y si incluye seguro o no.

También, toma en cuenta las nuevas mensualidades del seguro del auto. Entre más nuevo es el modelo, más se elevan las tarifas.

Finalmente, contempla el costo por emisión de placa nueva y documentos adicionales.

Pregunta también por las opciones de leasing y sus beneficios fiscales, así como planes especializados.

En resumen

Suma: Costo del auto (si es crédito, con todo e intereses) + Costos adicionales (placas, servicio, seguro del auto, verificación, tenencia, reparaciones y mantenimiento, refacciones, gastos secundarios) – valor de tu coche viejo.

Recuerda la regla de oro: no te excedas en tu presupuesto (que debe incluir todo lo anterior) para evitar la cuesta de enero.

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