¿Piensas que la llanta de refacción funciona igual que la original?
Al parecer, cada vez son más las personas que olvidan o no prestan la suficiente atención a los neumáticos que están en uso sin saber que pueden sufrir graves consecuencias. No por algo se le denomina “llanta de refacción” al neumático de repuesto que habita en tu auto.
Cuando un neumático se poncha, la llanta de refacción cumple con la función de no dejarte en las calles y poder llegar a salvo a tu destino. Pero ¿qué pasa cuando la dejas por más tiempo de lo debido rodando?
Si eres de los conductores que traen la llanta de refacción por un periodo largo, te invitamos a que soluciones el problema en cuanto antes. Pues no es aconsejable usarla por más de cierto tiempo.
Razones por las que no puedes utilizar la llanta de refacción por mucho tiempo
La llanta de refacción fue diseñada para fungir como repuesto en caso de emergencias. Por lo que no debes de darle la suficiente confianza.
Estos neumáticos de repuesto son mucho más delgados y pequeños por lo que no se recomienda rodarla por más de 80 km/hora.
Se deterioran más rápido
A pesar de ser un neumático fabricado para que dure, su resistencia es menor a la de las llantas normales. Por lo que el desgaste es mucho mayor. Trata de dar solución lo más pronto posible y no circules por mucho tiempo con la llanta de refacción.
Tienen menor adherencia
La llanta de refacción es más delgada, por lo tanto, tiene menor adherencia. Se recomienda disminuir la velocidad cuando se conduce con un neumático de repuesto.
El auto no tiene el soporte necesario
Si eres de los que conduce con una llanta de refacción, te darás cuenta que el auto no tiene el mismo soporte a comparación cuando se llevan los neumáticos correctos. Esto genera desgaste e inestabilidad del auto.
No responden rápidamente cuando frenas
Debido a que son más delgadas, los frenos no suelen apretar de la misma manera. Es importante que no conduzcas por mucho tiempo con este tipo de neumáticos.
