Primavera es igual a calor, sol intenso, buscar sombra… y pájaros en los árboles. Una gran disyuntiva, ¿cierto? Por un lado, no quieres que tu auto esté hirviendo por el sol. Por otro lado, no quieres encontrarte con la sorpresa de encontrar desechos de pájaro en tu carrocería.
Si siempre has tenido la duda de qué hacer en estas situaciones, tenemos la respuesta. Hace unos años, expertos de Autoglym (especialistas en el cuidado del auto) revelaron que la popo de pájaro por sí sola no genera daños en la pintura de tu auto.
En realidad, tiene un aliado que es el verdadero detonador de este mal: el sol. ¿Por qué? El sol expande el excremento y calienta la pintura del auto.
El sol y el calor es una fórmula explosiva: genera que el excremento se seque y endurezca, mientras que la pintura se suaviza y se expande.
Por lo que el verdadero problema surge cuando todo se enfría: la pintura se contrae y se amolda a la textura del excremento.
El reflejo de la luz es lo que hace evidente que la pintura ha quedado desigual. El reflejo se ve interrumpido por la superficie dañada, pareciendo más oscura que el reflejo uniforme del resto de la pintura.
El daño en sí puede no ser tan grave, sin embargo, el ligero cambio de textura hace que el reflejo se vea opaco.
Qué hacer si encuentras popo de pájaro en tu auto
El verdadero secreto es la rapidez de acción. Entre más tiempo lo dejes ahí, mayor será el daño. La cera, el teflón y el esmalte no lo protegen como tal, únicamente ayudan a que sea más fácil limpiarlo.
Para limpiarlo, toma una toalla húmeda. Si está muy seco y no se quita, déjalo diez minutos para ablandarlo.
No es necesario que utilices productos fuertes, lo importante es limpiarlo lo antes posible. Eso sí, ¡recuerda lavarte las manos y utilizar guantes!
Y a ti, ¿te ha pasado?
