La pandemia ha tenido significados casi apocalípticos. La nueva normalidad podría parecer como el inicio de una nueva era para las mentes con una imaginación envidiable.
Quizá el exceso de series, redes sociales y libros (ojalá) haya ocasionado que sobrestimemos el regreso a las actividades después de la pandemia.
Y, si bien hay cosas que llegaron para quedarse, como un mayor uso de la tecnología de forma generalizada, hay otras que distan mucho de cambiar.
Como soñar no cuesta nada, vamos a enumerar tres cosas que quisiéramos ya no existieran en las calles una vez que pase la pandemia por completo (porque las tres en realidad nunca se fueron).
Más seguridad en el transporte público
A pesar de que éste siguió funcionando en menor capacidad, y probablemente así seguirá por un tiempo indefinido, es necesario recordar dónde estábamos antes del virus.
Los reclamos por los constantes asaltos y denuncias por acoso sexual eran graves problemas que preocupaban a los usuarios.
No estaría nada mal que durante la contingencia se planearan estrategias para disminuir los delitos cometidos en estos medios de transporte.
Más incentivos a medios alternativos de transporte, vehículos verdes y energías renovables
Es un hecho de que el uso de bicicletas sólo es posible en algunas zonas de las ciudades. Se sigue privilegiando al automóvil y eso es un problema para peatones y ciclistas.
Al ser un tema complejo, si consideramos que muchas personas recorren distancias muy largas, agradeceríamos que se incentivara el uso de vehículos verdes, incluyendo en el transporte público.
A su vez, es indispensable fomentar el uso de energías renovables. Finalmente, nadie extraña el tráfico ni la contaminación, lo cual además de ser un problema ambiental, es un problema de salud pública.
¿Recuerdas cómo se limpió el ambiente durante la cuarentena? Quisiéramos que permaneciera así.
Menos asaltos, robo de vehículos y de autopartes
Salir a la calle se había vuelto como vivir en Ciudad Gótica. Tenías que estar atento al cien por ciento para evitar ser víctima de la delincuencia.
Esto significa un estrés constante que afecta nuestra calidad de vida. A su vez, muchas personas pierden la vida en estos atracos.
Sin duda, el regresar a las calles cuidándonos del virus y, además, de la delincuencia, es un tema que preocupa y mucho.
¿Qué nos gustaría cambiar en materia de movilidad? La lista puede ser interminable: calles sin baches, unidades nuevas en el transporte público con conductores más capacitados, construcción de obras viales de formas más eficientes, etcétera.
Sin embargo, nada de estas últimas importa si nuestras vidas están en riesgo por la inseguridad o si nuestra salud física y mental se ve afectada por una movilidad deficiente.
Y tú, ¿qué no extrañas de salir a la calle?
