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Qué es peor, ¿manejar una moto con miedo o con exceso de confianza?

Este vehículo conlleva riesgos importantes

«Hay dos tipos de motociclista, el que ya se cayó y el que se va a caer», una frase muy común de los amantes de las motos, quienes, a pesar de vencer su miedo, saben los riesgos latentes.

Y así, después de un accidente, el miedo puede volver a aparecer, tal como le sucede a los principiantes. ¿Es malo que esto suceda? ¿Qué es peor, tenerle miedo o perdérselo por completo?

Miedo es supervivencia

La realidad de las cosas es que el miedo es un mecanismo de supervivencia que nos alerta ante posibles peligros. Esto provoca que nuestro cuerpo se prepare para enfrentar cualquier amenaza de manera hábil y rápida.

El problema no es el miedo en sí, puesto que éste nos puede salvar la vida. El problema es el miedo por peligros imaginarios. No hay amenaza, todo va bien, pero esperas lo peor.

La realidad es que todos los motociclistas tuvieron que ir venciendo sus miedos paulatinamente. Desde el momento en que decidieron subirse a una moto, le perdieron el miedo mayor.

Cuando dieron su primer paseo, le perdieron el miedo un poco más. Y ni hablar, cuando se compraron una moto como medio de transporte.

Perder el miedo por completo, ¿exceso de confianza?

Con las motos sucede algo similar que con los autos. Si sientes que tu moto es muy segura, o más que el promedio, es probable que empujes un poco más el límite.

Sin embargo, sentirse muy holgado y confiado con los límites de la moto nunca es buena idea. Es mejor subestimar las capacidades de la moto que sobreestimarlas.

Finalmente, los motociclistas, tal como el resto de los conductores, también llevan prisa. La prisa puede ocasionar que tomes malas decisiones. Por ejemplo, que no preveas el error de los demás ni tu reacción ante tal error.

Un primer error es pensar que ya eres muy bueno, tienes mucha experiencia y que no cometerás errores.

Sin embargo, nunca debes subestimar una curva (así la transites todos los días) ni sobreestimar tu técnica, especialmente al frenar.

Esto ocasiona que empieces a culpar a los demás de cualquier incidente. Sin embargo, si cada vez es más frecuente, no son los demás.

Aunque sea muy difícil para el ego del motociclista, es indispensable escuchar las críticas y los comentarios de los demás.

Realmente, pueden ser señales y alertas que pueden salvar tu vida. Muchos no saben manejar esto, y en lugar de aceptar la crítica como prevención, la rechazan y peor aún, buscan demostrar los buenos que son. Y es aquí donde el exceso de velocidad aparece.

¿Qué hacer?

Definitivamente, debe ser un equilibrio. Si sientes miedo detonado por un accidente reciente, es importante que te reincorpores poco a poco.

No dejas que te venza, de lo contrario es mejor dejar la moto en paz. Retrocede unos pasos, recuerda las lecciones de manejo, y maneja con calma.

Recuerda esta regla: como motociclista siempre eres aprendiz. No te exijas un determinado nivel, no hay nada qué demostrar.

Si tu moto es tu medio de transporte diariamente, úsala precavidamente y cumple el reglamento, tal como se les exige a los automovilistas.

Si quieres correr y practicar tus habilidades, mejor planea un fin de semana donde lo hagas en un lugar seguro.

¿Cuál ha sido tu experiencia?

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Los accidentes en motocicleta más comunes

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