El trabajo de inteligencia por parte de la Policía de Investigación busca eliminar cualquier foco que altere la seguridad.
Según publicó el diario Reforma, también dan seguimiento a líderes de las barras, intervención en caso de enfrentamientos y detención de agresores cuando están lejos del estadio, para evitar se desborden las pasiones.
En partidos con etiqueta de “foco rojo”, como el América-Pumas, participan encubiertos hasta 70 agentes, quienes llegan por lo menos dos horas antes del inicio del cotejo, desarmados, y sólo con el gafete de la corporación, un radiotransmisor y un juego de esposas.
El Director de Planeación de la Policía de Investigación, Gabriel Sánchez, lleva mapas de la zona y el inmueble a resguardar, donde tiene identificados los puntos críticos de seguridad.
Según cifras de las autoridades, los operativos policiacos en los partidos de alto riesgo dejan alrededor de 30 y 80 detenidos, ya sea por la comisión de ilícitos o faltas a la Ley de Cultura Cívica.
Los problemas durante los encuentros de futbol más recurrentes son: ingerir bebidas embriagantes en vía pública, consumo y posesión de estupefacientes, reventa de boletos, lesiones, robos, posesión de explosivos, peleas, ataques a la paz pública y daños a propiedad ajena.
Sin embargo, el trabajo de los agentes encubiertos no se queda en el interior de los estadios o en las zonas aledañas, sino que han detenido a infractores en estaciones del metro, calles o en otros lugares.