En las Malvinas el drenaje y el agua potable son sólo promesas de campaña. Los techos de lámina de asbesto, las paredes de tabla y los pisos de tierra son parte del paisaje urbano de unasentamiento informal ubicado sobre la lateral de la avenida Gran Canal del Desagüe en la colonia Pueblo de San Juan de Aragón, en la delegaciónGustavo A. Madero, demarcación que, según cifras oficiales, el 30 por ciento de la población vive en pobreza media y pobreza extrema.
“Esa Nora (Arias), no sabe ni que existimos y el (Víctor Hugo) Lobo ese, menos”, es el reclamo habitual de los pobladores del asentamiento informal, como el de Don Eduardo, anciano quien desde hace cinco años encontró en este paraje un hogar con techo de cartón.
Los habitantes le conocen como las Malvinas, no figura en el mapa delegacional y tampoco cuenta con numeración postal. Sólo se le ubica entre los maderenses como un nido de ratas, vagabundos y drogadictos.
Se trata de un terreno de 1,846.27 metros cuadrados cubierto de escombros, basura y casas de cartón, en el que al menos 40 familias instalaron su campamento permanente, entre el paso vehicular, la barda de un taller del Sistema de Transporte Eléctrico y Eje 4 Norte Avenida Talismán.
Los habitantes de las Malvinas no utilizan gas pues se cocina con anafre y carbón, el agua llega una vez a la semana con una pipa y se almacena en tambos de plástico, cubetas de metal o viejos tinacos de fibra de vidrio. La luz es tomada de uno de los postes de la vía pública y la mayoría de los inmuebles cuentan con una antena para captar señal de televisión.
Viejas tarimas y hojas de aluminio son empleadas como puertas que se cierran al paso de los curiosos.
Los tendederos de ropa instalados sobre la improvisada calle de apenas 300 metros, acompañan la postal de una nueva comunidad creada en menos de seis años y situada a sólo seis kilómetros de las oficinas de Víctor Hugo Lobo, recién designado jefe delegacional.
En Gustavo A. Madero los asentamientos irregulares se han convertido en un lugar común. En 2005, cuando Víctor Hugo Lobo dejó el encargo a su esposa Nora Arias, se registraron 49 asentamientos humanos, 20 de ellos en suelo de conservación y 29 en suelo urbano, en diferentes tipos de ubicación, es decir: derecho federal de vía, invasiones de propiedad pública o privada y campamentos provisionales. En 2015 las denuncias por ordenamientos urbanos se incrementaron a 220.
Laberintos de cartón
Perderse es fácil en los laberintos de cartón, lámina y, en el mejor de los casos, de tabiques de concreto que son custodiados por perros, gatos, y algún gallo que cacarea y advierte al paso del extraño.
Le llaman Cartolandia, asentamiento irregular también ubicado en la colonia Pueblo de San Juan de Aragón, y la distribución no fue diseñada por ningún arquitecto o urbanista. El orden de las pequeñas casas, callejones y pasadizos fue decidido por sus habitantes con el paso de los años.
Entre más adentro se encuentra el visitante el olor se vuelve más fétido, y el camino, cada vez más estrecho e inaccesible, lo que convierte al asentamiento como la perfecta guarida para ladrones y narcomenudistas.
El cambio de ambiente obliga al visitante a recordar que se trata de la segunda delegación más grande de la ciudad, en la que se concentran el 15 por ciento de los delitos de alto impacto de la capital del país.
La Silla Rota recorrió Cartolandia, y la guía advierte sobre el peligro de grabar directamente a las personas; sólo se perciben las miradas de desconfianza ante la cámara, que obligan a Gloria a justificar la visita…