¡Zas kulebra!…
Esa típica frase de La Diva, que a unos ofende y a muchos más divierte. Pero hasta ahí llega, porque no es vulgar, al contrario, muchas veces he tenido que correr por el diccionario.
Enriquece el gusto de oírla hablar, sus descripciones de tiempos, de épocas, de personajes, de situaciones lejanas como si estuviera ahí. Describe como pocas, entretiene como nadie.
¿Y qué, si me insulta un poco?, ¿y qué, si me dice que vivo en una colonia pobre donde se come frijol y sopita de fideo? Ella sabe que nosotros, “la perrada”, sacamos las mecedoras oxidadas al “fresco” y el abanico de tres aspas.
La Diva de México es un personaje de radio que realiza un homenaje constante a la gran actriz del cine mexicano, María Félix, desde hace más de seis años con mucho éxito, y es que escucharla es terapia, además, impacta su timbre de voz, sus reseñas, recuerdos, ingenio, y lo bien que conoce su “propia” historia.
Al inicio sólo se escuchaba en Monterrey, pero su talento la lleva a viajar en ondas en cadena nacional.
De hecho, así hizo historia, al convertirse en el primer programa que se transmite desde una “provincia” hacia el resto de la República, algo así como lo que pasó en televisión con Ellas con las Estrellas.
¡Qué gran orgullo! ¿Por qué? Pues porque, además de lo que ya se dijo, La Diva no es agachona ni grosera, no es prosaica, ni alburera. Cosa rara hoy en día.
Siempre aborda, muy a su estilo y forma, temas diferentes y polémicos, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, orgasmos, los celos, divorcios, cuestiones sociales, cuestiones de salud, con un toque de humor negro, así, para reírnos (o llorar) de nuestras cosas.
Escúchala y sabrás de lo que te hablo, porque a La Diva nadie se le niega, así que en cabina ha tenido entrevistas con grandes del medio del espectáculo como Gloria Trevi, Carmen Salinas, Juan Gabriel, Silvia Pinal, Lucía Méndez, Pedro Armendáriz, entre otros más. Todos guapísimos y de mucho dinero.
Allá en tu colonia pobre, con tu salero mantecoso en forma de tomate con harto arroz adentro, allá escuchamos a La Diva.
