Los cenotes constituyen un recurso conocido solo parcialmente, pero representan una de las maravillas naturales de nuestro país; para los mayas encarnaban parte de su vida y cultura. El agua que almacenan los cenotes se encuentra expuesta a las condiciones ambientales que predominan en la península de Yucatán; éstas le proporcionan un ambiente exótico en el cual se desarrollan formas de vida únicas.
En la Riviera Maya abundan las maravillas naturales que la han consolidado como una ruta con paisajes inigualables; entre sus grandes formaciones naturales se encuentran los cenotes, formaciones rocosas que tardan miles de años en formarse.
La península de Yucatán, región que está conformada principalmente de cuevas kársticas, cuya composición es favorable para la formación de cenotes debido a que su estructura es principalmente de carbonato de calcio, dolomita, yeso y cloruro de sodio o sal común.
Cenote o Ts´onot, palabra de origen maya, designa a un pozo natural en terrenos calizos (áridos y secos) formado por el derrumbe del techo de una caverna. Los cenotes son una excavación que se produce en la roca de las cuevas, cuya forma recuerda a la de los tubos de ensayo. Sus diámetros van de 10 a 100 metros y sus profundidades, en algunos casos, alcanzan los 125 metros.
Arturo Montero García, arqueoastrónomo egresado de la maestría en Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, señaló que los cenotes son el nivel inferior del universo maya y representan espacios sagrados que eran la entrada al inframundo”.
Investigaciones realizadas arrojan que dentro de las cuevas se establecían rituales vinculados con la pureza e importancia del agua.
Actualmente, los cenotes representan importantes fuentes de agua subterránea, que dan vida a una gran diversidad de flora y fauna. No solo favorecen las condiciones del ecosistema sino que también forman parte trascendente de las comunidades.
La Reserva Natural Kilix Ha
En el ejido de Jacinto Pat, en el municipio de Tulum, en Quintana Roo, se encuentra la reserva natural de Kilix Ha, cuyo nombre significa Santuario del Agua. Aquí se puede visitar el cenote El Caracol, que al igual que muchos otros cenotes del país, presenta un gran atractivo turístico; sin embargo, esta actividad puede ser devastadora para el medio ambiente.
Por esta razón, durante años Kilix permaneció cerrada al público, pero ahora los propietarios de la reserva natural colaboran con la empresa Go Natural, establecida en Playa del Carmen, Quintana Roo; ésta se ha propuesto como un objetivo desarrollar infraestructura turística con bajo impacto ambiental.
Biología en los cenotes
Plantas acuáticas
Las algas que se desarrollan en los cenotes contribuyen a la coloración del agua; cuando son abiertos la química de las algas hace que el agua tenga una coloración azul-verdosa.
Aumento de especies
Los cenotes contribuyen de manera importante en el esparcimiento de algunas de las especies acuáticas como el plancton y de las adyacentes, como semillas, dijo la doctora Escobar.
Adaptación al ambiente
La fauna acuática es un indicador de las condiciones ambientales del cenote, ya que por sus características de aislamiento las especies han desarrollado adaptaciones específicas.
Riqueza natural
Elva Escobar, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnografía de la UNAM, dijo:
•Los cenotes abiertos albergan la mayor cantidad de diversidad de especies. En estos espacios la luz solar penetra y permite el desarrollo de organismos foto sintetizadores.
•En los cerrados no hay flora y muy poca fauna. A causa de que no hay luz solar las plantas no sobreviven; éstas no logran la fotosíntesis y los animales no obtienen alimentos.
•La fauna de los cenotes. Se encuentra compuesta por organismos que viven asociados al agua o que viven en ella. Entre ellos están los insectos, anfibios, reptiles, esponjas y mamíferos.
•Los mamíferos. Entre las especies que habitan los cenotes cerrados están los murciélagos. Importante fuente de energía de las cuevas mediante su aporte de materia orgánica a través de sus excretas.
