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La empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel Bartlett Álvarez, obtuvo un contrato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para la compra de 20 ventiladores respiratorios por un monto de 31 millones de pesos, es decir, cada equipo tuvo un costo de un millón 550 mil pesos, cantidad que supera por mucho los adquiridos por varias dependencias del gobierno para atender la emergencia sanitaria por Covid-19.
Un trabajo realizado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dio a conocer que la delegación en Hidalgo del IMSS asignó dicho contrato el pasado 17 de abril, fecha en que también pagó 880 mil pesos a otro proveedor llamado Conduit Life por un ventilador similar, pero importado de Eslovaquia.
La organización revisó los contratos y compararon los precios pagados por el gobierno federal, en los cuales de encontraron diferencias de hasta 85 por ciento; desde el 27 de marzo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para que el gobierno pudiera adquirir de forma directa y sin licitaciones equipo médico, se han realizado 30 asignaciones para comprar ventiladores.
La primera compra fue la que hizo el IMSS el 30 de marzo a la empresa Lavanting Global Servicios LLC, la cual se comprometió a entregar dos mil 500 respiradores provenientes de China, cada uno con un costo de unos 888 mil pesos.
También la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asignó a la empresa Gestión en Riesgos de Desastres para comprar mil 330 ventiladores originarios de China y España, cada uno con un costo de 898 mil pesos.
El 20 de abril el IMSS acordó pagar 983 mil pesos a la empresa Bidcom Energy por ventiladores provenientes de Estados Unidos; mientras que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) asignó un contrato a Médica D para comprar esos equipos en 980 mil pesos.
En contraste, la empresa del hijo del director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la que ha ofrecido los ventiladores más caros, a pesar que son fabricados por la firma mexicana Imágenes y Medicina por lo que no tendría que asumir el costo de importación.
MCCI contactó al fabricante, quien dijo que la información se mantendrá como confidencial porque así lo solicitó el comprador, pero la venta se efectuó en México y se hizo la factura correspondiente.
