Nada más, nada menos, Leonora Carrington elogió su trabajo cuando trabajaba con ella. Argentina de nacimiento y mexicana por opción (vive en México hace más de diez años), la artista plástica Mabel Larrechart agradece el cumplido de la pintora surrealista y afirma que, “sobre todo, significa un estímulo y un compromiso con mi trabajo. Debo producir, ser disciplinada, dar lo mejor, pues intentar ser artista es un gran reto con uno mismo”.
La noble fuerza de su mirada (la propia y la de artista), permite al espectador asomarse a un cosmos visto a través del prisma de los detalles, con aristas nostálgicas que destilan un tiempo sin prisa. Con el pretexto de su participación en la exposición colectiva Ser o no Sur, Mabel Larrechart platicó con Publimetro sobre los motivos de su trabajo.
¿Qué deseas transmitir con tu obra?
Siento que vivimos en un mundo muy acelerado, el cual no nos permite reflexionar sobre quiénes somos y cuál es el sentido de nuestras vidas. Por eso, intento sensibilizar al espectador sobre el mundo que nos rodea y cómo esa construcción cultural que compartimos sobre el concepto de tiempo nos afecta a cada uno.
Trabajo sobre un pasado idealizado, en el cual los objetos cotidianos estaban diseñados para durar y formaban parte de la vida de la personas durante generaciones: la máquina de coser con que mi abuela arreglaba los uniformes para la escuela; el viejo y clásico Ford negro de mi tío…
¿Qué te lleva a indagar en la nostalgia?
Vivir en Argentina para instalarme en una ciudad tan compleja y enorme como México, fue determinante para mi proceso creativo. En mi obra siempre hay una sensación de ausencia, y esto no es algo que haga conscientemente.
Si bien me gusta vivir en el presente, me parece que el pasado nos construye, nos da identidad. Indago en el pasado para entenderme y sé que no es posible modificarlo, por eso tal vez hay ese tono nostálgico en mi obra; no creo que sea tristeza, sino más bien lo podría comparar con esa sensación que uno tiene cuando recuerda a alguien querido que ya no está (…) una extraña forma de conectarnos con el otro.
¿Qué le aprendiste a Leonora Carrington cuando trabajaste con ella?
Tener el privilegio de conocer a Leonora es algo que debo agradecer profundamente a México. Durante un tiempo, Leonora nos dio clases en su estudio a mí y a Eva Marcovich, una de las dueñas de la galería
El Estudio. Esto era casi un evento surrealista.
Más que aprender técnicas o sobre la práctica artística, Leonora me impresionó por su genialidad; era una mujer con una capacidad intelectual superior, un sentido del humor extraordinario y, sobre todo, con una historia de vida increíble.
Creo que hay una frase de Leonora que me marcó: respecto a ser artista, ella me dijo un día que debía trabajar para mí, que nunca pensara en el público. Por eso intento siempre ser muy honesta con mi trabajo.
Motivos
“Casi siempre mi obra es muy nostálgica y silenciosa: uso espacios blancos, muy puros, por los cuales transitan vehículos o personajes de otras épocas. Mi dibujo es obsesivo, la representación de los objetos es meticulosa y extremadamente detallada.”
TÉCNICA:
¿Qué cualidades encuentras en el collage para utilizarlo en esta etapa creativa?
En mi caso, inspirada por obras de los surrealistas como Max Ernst, me gusta esta técnica porque me permite combinar diversos elementos gráficos y construir nuevas composiciones.
Colecciono libros viejos que contienen imágenes maravillosas de las cuales me apropio. Por ejemplo, libros de biología con ilustraciones de insectos o que desarrollan métodos de dibujo técnico.
CITA:
La exposición colectiva Ser o no Sur (en el marco de la Semana de la Cultura Argenmex, organizada por la embajada Argentina en México y el INBA) se presentará hasta el 14 de noviembre en el Museo José Luis Cuevas, en Academia 13, Centro Histórico, CP 06060
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