Todo estaba listo para el festejo, la Macroplaza repleta de seguidores de Tigres y algunos otros valientes con la playera de Chivas.
En la Gran Plaza se colocaron tres pantallas gigantes y un templete para el equipo de Tigres.
Además de un gran operativo de seguridad por parte de Fuerza Civil.
La explanada de los Héroes se convirtió en una sucursal del Volcán.
La afición cantaba y alentaba, sin embargo, el Guadalajara se encargó de enmudecer Nuevo León.
Aunque Ismael Sosa puso un rayo de esperanza, los Tigres no pudieron festejar la sexta estrella.
Luego del silbatazo final, los aficionados felinos abandonaron la Gran Plaza sin que se presentaran incidentes.
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