El pasado 21 de junio los pocos, pero muy escándalos mexicanos que viajaron a Rusia para la Copa Confederaciones, acordaron no contribuir con el polémico grito que tiene a la Federación Mexicana de Futbol pagando millonarias multas por “supuestos” actos de discriminación.
Hoy en Estados Unidos, en la Copa Oro, los “paisanos” se han unido para que la acción se repita y el grito no se escuche en el estadio de los Broncos de Denver, cuando la Selección de México se mida a su similar de Jamaica.
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