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Rubén Omar Romano se ha caracterizado por ser un Director Técnico de categoría y elemento confiable para muchas instituciones, aunque nunca ha tenido la oportunidad de levantar un trofeo como estratega, después de dirigir a 10 equipos en la Liga MX y siendo el más perdedor dentro de las grandes finales.
Por tercera ocasión, Atlas le abrió las puertas al argentino para hacerse cargo del plantel y de la mala racha de los rojinegros en el Clausura 2018, y que, junto con Lobos Buap, son los únicos dos clubes que no cuentan con una sola unidad.
La gente que cree en las supersticiones considera que la tercera es la vencida. El ex futbolista tuvo la oportunidad de defender el escudo de la “Academia” por primera ocasión como técnico en el 2006.
Cinco años más tarde (2011), la directiva volvió a confiar en él, aunque no le fue como esperaba y ahora, con una de las peores rachas de los “zorros” y después de la destitución de José Guadalupe Cruz, Romano regresa y espera levantar a la institución tapatía.
El ex jugador de América estuvo a punto de llenarse de gloria en cuatro de ocasiones, pero la suerte no estuvo de su lado, por lo que recordamos cada una de las tristezas el sudamericano en los partidos más importantes de su vida y el por qué los de Atlas confían en su proyecto.
Su primera Final perdida fue en el 2002 con Morelia, pero esa ocasión Toluca fue el verdugo con un resultado en contra de 4-1.
Un semestre después, el timonel regresó a la Final al conjunto michoacano, pero ahora la historia se escribiría con los Rayados de Monterrey, donde el cuadro de la “Pandilla” les evitó coronarse con la pizarra final de 3-1.
El torneo mexicano Bicentenario 2010 y un rival incómodo que ya le había cortado las aspiraciones de coronarse como son los “Diablos Rojos”, le dieron la oportunidad a Romano de tener más cerca el trofeo mexicano, pero ahora siendo DT de Santos, quienes, en tanda de penales, hicieron que el nacido en Buenos Aires, Argentina, rompiera en llanto, debido a tener el marcador a favor desde los 11 pasos por 3-1, pero las fallas de Matías Vuoso y Carlos Adrián Morales hicieron que los de la Comarca Lagunera no se adueñaran del trofeo azteca.
La historia se repitió por cuarta ocasión y una vez más frente a Monterrey. Con un ostentoso marcador de 3-0 fue el último descalabro fuerte para Omar Romano, siendo así la última participación del técnico de una Gran Final y por lo que busca el llamado «no hay quinto malo».
