Las injusticias son parte de la vida y eso ha provocado que varias personas frustren sus sueños gracias a la desigualdad que existen en varias naciones. Ahora le tocó al ciclista palestino Alaa al Dali quien, a sus 21 años, no sólo dejó de volar hacia su objetivo sino perdió la pierna, víctima de la desigualdad en su país.
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Durante una protesta en contra de la ocupación israelí, el deportista fue baleado por soldados israelís, cuestión que lo dejó impactado y marcado de por vida. Durante la “Franja de Gaza” el 30 de marzo, con el objetivo de alzar la voz por el derecho del regreso de los refugiados palestinos que huyeron en 1948, el joven asistió a una unión entre la ciudadanía, pero le perjudicó.
El atleta habló para Reuters sobre el hecho y aseguró que lo que hizo fue con el objetivo de apoyar a una causa que él considera importante, pero no esperó que en ese batalla perdiera una extremidad. “Solo fui porque fue in mitin pacifico, no esperaba que llegara a haber algún daño”.
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