Se jugaba un partido de beisbol en Cincinnati cuando todo se salió de control. Mientras el diamante brillaba por las jugadas que se crearon durante el duelo de picheo, el final no fue uno feliz, debido a que la cabeza de un sujeto explotó sin saber cómo y por qué.
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Cuando parecia haber terminado la diversión, un sujeto se salió de control, tomó un bate que estaba en la zona donde se encontraban las cosas y casi golpea con el mismo a un oponente que nunca le tuvo miento y hasta lo encaró para evitar más problemas.
Afortunadamente no sucedió nada fuera de lo normal, pues en caso de que el personaje que se enojó hubiera hecho algo demás como golpear al rival, sin duda un golpe de tal magnitud hubiera terminado con la vida de un ser humano.
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