Francia venció a Croacia 4-2 y con eso se coronó como el campeón del mundo, dándoles su segunda victoria en la competencia después de una campaña exitosa en su tierra natal en 1998.
El boom de fuegos artificiales iluminaron el cielo de Moscú después del silbatazo final y a pesar del diluvio la alegría no se contuvo en esta gran fiesta mundialista.