Uno de los momentos más complicados que se han vivido en el Tour de Francia de este año le tocó a Philippe Gilbert, el ciclista belga que se salvó de milagro de lo que pudo ser un terrible impacto, luego de que perdió el control de la bici y cayó en una vereda.
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Mientras lideraba la etapa 16 del certamen en Portet-d’Aspe, no logró controlar su bicicleta y se fue de frente con un pequeño muro, donde no pudo detenerse y cayó al menos dos metros al vacío.
Para su buena suerte sólo tuvo golpes y pudo continuar en la carrera, pero ya no pudo recuperar su puesto, lo que se le debe aplaudir a Gilbert es el profesionalismo para seguir esforzándose al máximo.
Una herida en el brazo y en el tobillo fueron el saldo del ciclista belga.
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