La selección mexicana de futbol no se puede quejar por lo que le dejó el 2019. Porque la llegada de un timonel como Gerardo Martino a los verdes dejó más satisfacciones que amarguras.
Año de chivas muy flacas, de prestigio revolcado, por lo que no queda más espacio hacia abajo y es el 2020 el único camino parece tendrá que ser de subida