Con el lema «Mi cuerpo, mi territorio, ni usen ni abusen» marcharon para hacer un llamado a otros niños y niñas, adolescentes, adultos y hasta instituciones públicas para hacerles saber que si es necesario luchar lo harán.
Cerca de doscientos menores marcharon por el centro de Asunción, Paraguay para llamar a la sociedad y al Estado a no ser «cómplices ni indiferentes» ante el abuso y la explotación sexual infantil en el país, donde desde enero de 2016 se reportan unas seis denuncias diarias.
Los menores paraguayos leyeron un manifiesto donde exigen que se cumplan sus derechos e información de calidad sobre sexualidad para saber si se encuentran en casos de abuso sexual.