Los propietarios de muñecas acudieron el domingo al Santuario de Meiji Jingu en Tokio para participar en la ceremonia anual de entierro de muñecas Ninyo Kashasai.
El empresario Shuntaro Kuwabara afirmó que los japoneses han creído que las muñecas tienen almas desde la antigüedad.
«La gente adora a sus muñecas y se encarga de ellas ya que son niñas, así que una vez que ya no la necesitan o se rompieron, los japoneses no pueden tirar como basura habitual», dijo Kuwabara.
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La ceremonia es una oportunidad para que las personas entierren sus muñecas rotas o viejas. Decenas de personas llevaron las muñecas al santuario para orar por ellas y respetarlas.