El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, «profundamente emocionado», recibió un Óscar especial por la creación de su instalación de realidad virtual «Carne y arena», estatuilla entregada por la Academia de Hollywood durante la ceremonia de sus premios honoríficos.
Iñárritu y su socio, el director de fotografía Emmanuel «El Chivo» Lubezki, unieron sus talentos para construir, durante cinco años, una experiencia artística en la que la realidad virtual y el simbolismo sitúan al espectador en el corazón mismo de los inmigrantes indocumentados que cruzan a Estados Unidos desde México.