En estas fechas se acostumbra romper la piñata durante las posadas y fiestas decembrinas. Una tradición que no se debe perder.
Tienen su origen en los ritos de celebración mexicas, cuando éstos celebraban la llegada de la primavera y al dios Huitzilopochtli, colocaban una olla de barro en un palo, adornada con plumas y la llenaban con objetos de valor, se rompía como señal de abundancia.
Con la llegada de los españoles, los encargados de la evangelización retomaron esta práctica y la combinaron con las creencias cristianas.
Desde entonces la piñata debe tener 7 picos, y cada uno representa uno de los pecados capitales, por lo que el acto de romper la piñata significa el triunfo del bien y del mal.
