En el día de San Valentín, las flores viajan de una punta a otra de las ciudades hasta llegar a las manos de los seres queridos. Sin embargo, esta tradición ignora algunas especies silvestres mexicanas bellas e importantes que no gozan de tanto protagonismo.
Las flores que se envían en esta jornada suelen durar en agua unos ocho días y, una vez han pasado, se suelen tirar a la basura.
Sobre esto, la bióloga Maribel Rodríguez destacó que «muchas de estas plantas pueden tener otra utilidad» y recomendó «averiguar bien qué es lo que se está comprando y si son especies en peligro de extinción».