La tormenta siberiana que atraviesa Europa ya provocó varias muertes en Polonia y Rumanía, pero también cubrió de nieve las ruinas de Pompeya y convirtió en pistas de patinaje los icónicos canales de Amsterdam.
En Polonia, con temperaturas en algunas zonas de hasta 22 grados bajo cero, cinco personas murieron de frío. Ya van 58 muertos en ese país este invierno. En Rumanía fallecieron tres personas y en Francia, las heladas afectaron a los campamentos de refugiados, donde los migrantes se enfrentan a las heladas con carpas y cobijas.
La Cruz Roja dijo que sus equipos de emergencia han dado refugio y servicios médicos a miles de personas en todo el continente afectadas por la tormenta conocida como «la bestia del Este».
Reino Unido, que no se caracteriza por los inviernos duros, experimentó nevadas que afectaron a carreteras, trenes y aeropuertos y cientos de escuelas tuvieron que cerrar.
Situaciones similares se vivieron incluso en ciudades mediterráneas como Barcelona y Nápoles, con inviernos habitualmente suaves.
