Cariño y respeto recibe diariamente una de las cervecerías más antiguas del sur de México. «El Submarino» , inaugurada en 1944, es considerada el refugio de intelectuales, parroquianos y políticos del estado mexicano de Tabasco.
Uno de sus mayores atractivos es el único fresco urbano inaugurado hace 26 años y que acaba de ser restaurado. Su creador, Gutemberg Rivero, plasmó a personajes populares locales que hoy, son homenajeados en el llamado «museo viviente» .
Rogelio Urrusti, el artista plástico a cargo de la restauración, aseguró que el mural surgió a manera de protesta y parodia por la falta de espacios públicos hace dos décadas.
Y aunque el camino es largo, los dueños y parroquianos de la cantina mexicana no pierden la esperanza de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), fijen sus ojos en este lienzo urbano.