La desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela de Ayotzinapa es un caso «muy ruin» en que las autoridades en México han tratado de ocultar la verdad y «destruir» a los familiares de las víctimas y a sus compañeros, dijo hoy Enrique García Meza, director de un documental sobre el tema.
La gente no es tonta, incluso la que está en contra de estas luchas se da cuenta que algo no está bien. Con Ayotzinapa sí ha habido una cizaña como para embarrar, ensuciar (a las víctimas); un sistema que se lanzó a destruirlos», afirmó a Efe el realizador de «Ayotzinapa, el paso de la tortuga».
La cinta tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que concluye el 16 de marzo.
Para García Meza, el trato que el Gobierno ha dado a los padres y el manejo de las pesquisas es «increíble e irrisorio», pues la Procuraduría General de la República ha defendido una «verdad histórica» derrumbada por investigaciones periodísticas y por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«El caso es muy ruin», aseguró el realizador, y agregó que parece como si el sistema de justicia se empeñara «en golpear a los papás» y a cualquiera que quiera protestar.
Afirmó que el Gobierno pone todas sus fuerzas en que no se esclarezca la desaparición de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, pues incluso obstaculizaron el trabajo del GIEI, que en pocos meses investigó, documentó y contradijo la versión oficial.
Según esa versión, en la noche del 26 de septiembre de 2014 policías corruptos de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, arrestaron a los jóvenes y los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron sus restos en un vertedero de basura del municipio vecino de Cocula.
