Las aeronaves volaron a baja altura por la costa limeña, entre los distritos de Chorillos, Barranco, Miraflores, San Isidro, Magdalena del Mar y San Miguel, en cuyos acantilados se apostaron miles de personas para apreciar la habilidad y pericia de los pilotos.
Los primeros en entrar en escena fueron los aviones de transporte, como los Hércules, Antonov y Spartan C-27J, seguidos de helicópteros Mi-171-SH, Mi-25, Bell 212 y Bolkow, entre otros.
También aparecieron aviones de menor tamaño como los coreanos KT-1P, utilizados para el entrenamiento e instrucción de los pilotos.
Los más esperados fueron los aviones de combate, con más de medio centenar de cazabombarderos sobre el cielo limeño, entre ellos los Mirage 2000, MIG-29, A-37B Dragon Fly, que cumplieron las expectativas de los asistentes con sus rápidas maniobras.
El festival también contó con demostraciones de paracaidismo y de operaciones militares, además de exhibiciones musicales y gastronómicas.